Me consuela saber que mis amigos me acompañarán. Quizá les pida unos cinco minutos luego de abrir los ojos para acostumbrarme un poco a mí mismo. Cada mañana que pasa, aprendo a sentirme más cómodo conmigo. Es complicado algunas veces, pues veo algo que no me gusta, o no me siento simpático. Entonces, debo parar, tomar una distancia, o pegarme al espejo, para ver que sí sigo teniendo belleza en mí.
No concibo dormir... Mentira. En realidad, no quiero hacerlo. No quiero saber que este será mi último sueño con quien conozco. Pero, debo hacerlo; debo redescubrirme nuevamente; jugar conmigo; curiosear con otros; seguir.
Quizá use mi nueva excusa para portarme mal. Espero que así sea. No me agrada la primera línea que he escrito, suena tan a cliché púber de best seller. En fin, suspiro. Tampoco tengo deseos de modificara. Pensar que debo maquinar otra forma de decir lo que escribí me fatiga. Ahora sí me siento cansado.
Hasta pasado mañana. Ya les contaré qué tal me fue con La náusea.
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