Mostrando entradas con la etiqueta Consejos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Consejos. Mostrar todas las entradas

viernes, 16 de diciembre de 2011

Aprender a amarse

Siendo yo
Desde chiquito supe que era diferente. No sabía explicarlo bien. Solo estaba consciente de ello. Como no resultaba de mi interés saber por qué era así, le presté poca atención. Sin embargo, una vez que cumplí los 13 años todo se jodió. Vino la maldita pubertad, y todos esos terribles cambios hormonales me causaron tal irritabilidad, que me hicieron el ser más antisocial de la vida. Por si fuera poco, mi vieja estaba atravesando su menopausia, y en el colegio me jodían de cabro. Claro, ahora lo puedo decir y estar tranquilo. Back in 2004 las cosas no eran tan simples.

Estudié en un colegio católico de hermanos maristas. Hasta ahí todo bacán. Lo jodido era que en mi promoción todos eran varones. Tener 13 años, rasgos afeminados, voz aguda, no jugar bien fulbito, y ser sensible no es lo mejor si estás en un colegio así. Es como una jungla. Conforme avanzas en el camino, solo sobreviven los más fuertes, y, si no tienes correa, te cagaste. 

Por supuesto, la educación basada en valores cristianos se impregnó en mi pequeño cerebro. Eso sumado a las enseñanzas conservadoras de mi madre, y a los comentarios medio homofóbicos de mi viejo, me hicieron creer que de seguir el camino de la mariconada me iría derechito al infierno. Era apenas un púber con 3 vellos púbicos. Tenía miedo de joderme la vida yéndome al infierno, muriendo infeliz. Por supuesto, eso no podía quedarse allí. Mi plan de salvación consistió, durante un par de años, recorrer las sietes iglesias todos los jueves santo, ya que sí lo hacía un número determinado de veces, y pedía por mi descarriada alma, iría al cielo.

Desarrollé una especie de fobia por tratar con hombres, que me hizo odiar todo tipo de fiestas, quinceañeros, bodas y demás eventos donde se congreguen personas. Me aislé por dos años, y, así como la criatura Gollum, dejé que mis miedos se apoderaran de mí hasta consumirme en una profunda depresión. Sin embargo, he de admitir que no estuve solo todo el pesado trayecto. Por esos años, conocí muy buenas personas, y pude acercarme a otras que no las sentía tan cerca de mí. No obstante, nada de eso pudo frenar el golpe.

Por el  2007 ya sabía que era gay, o algo así. Había intentando estúpidamente gilear con chicas para ver si podía tener solución. Claro está, con ninguna funcionó. Tengo aún en mi memoria una escena increíble. Está ella, Tala, sentada en el sofá de su sala, y yo del otro extremo confesándole que me gusta, mientras ella me mira con cara de '¡Qué mierda me estás diciendo Max?'. Luego, empiezo a llorar. No lo hago porque me halla negado de golpe mis sentimientos de afecto, sino porque sé que no tengo remedio, que ya no tengo más esperanzas, y no sé qué hacer.

Esa experiencia sumada a otras hizo que me autodestruyera de la manera más cruel que he conocido. Mi inconsciente me hizo una mala jugada por dos días, y casi me suspenden del colegio por mi estupidez. Buscaba ayuda, pero no de la mejor manera. No sabía cómo hacerlo tampoco. Al final, la obtuve, y pude salir de la tormenta que me envolvía. Me costó mucho trabajo aceptarme quién soy con mis defectos y virtudes. Me costó mucho aprender a convivir con los demás.

Sé que vivir estas experiencias me han hecho una persona más fuerte; no obstante, aún quedan ciertas heridas por sanar. Es complicado ser uno mismo, cuando parece que está mal. Pero, he aprendido, con los años, que está bien ser diferente, siempre respetando y valorando la diferencia de los demás. Algunas veces, uno simplemente tiene que seguir su camino, así le joda al resto, porque uno no puede actuar en beneplácito de terceros toda la vida. Todo es cuestión de voluntad, y huevos. Sobre todo huevos, para pararse ante los demás y decir: Fuck them all, quiero sentirme bien siendo quien soy.


domingo, 16 de mayo de 2010

¿Eres una buena pussy?

¿No te ha pasado que te has permitido serlo , pero fallaste en el intento? Porque actuar como una nunca es fácil, aquí les presento una pequeña lista de 6 consejos a seguir para ser una buena pussy.

1.- Usa ropa fashionista: Definitivamente, una buena primera impresión siempre marca la diferencia. Por ello, una pussy siempre tiene que tratar de lucir bien en todo momento. No importa si no se tienes los recursos para comprarte ese calvin klein que tan bien se ve en tus piernas, siempre existen formas de ingeniárselas para saber vestirse bien. Recuerda que el éxito de eso radica en el saber qué usar, cómo usarlo y dónde usarlo más que la marca; aunque, no hay que negar, que esta es muchas veces un plus al atractivo visual.

2.- Camina y desenvuélvete con frescura: Nunca te muestres disforzado o pretendas mostrarte como algo que no eres. Una pussy se reconoce porque hace sentir presencia. Refleja elegancia y sensualidad en tu forma de expresarte y comportarte. Sin embargo, recuerda que, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. No pretendas ser alguien que no puedes ser, sino quedarás destruido socialmente hablando.

3.- Sonríe todo el tiempo: Una sonrisa es más que un gesto. Es el permitirle el paso a una proposición más íntima, el peor símbolo de menosprecio, la muestra perfecta de coquetería puta y angelical. Sonreír es casi tan indispensable como vestir bien, pues una perfecta sonrisa atrae todo tipo de miradas. Por eso, siempre tienes que lucir tu sonrisa de manera que trasmita lo que quieres hacer saber.

4.- Conversa menos, y actúa más: Es cierto que una buena conversación atrae; no obstante, esta puede llegar a aburrir si es lo único que tienes. Tienes que saber cuándo detenerla y empezar a moverte, o cuándo retomarla y seguir que mas te resulte conveniente. No basta con demostrar que eres un cosmopolita o que tienes una gran bagaje cultural para alcanzar lo quieres. Es indispensable tomar otras tácticas.

5.- Muestra tus "cualidades": Todos tenemos siempre alguna cualidad que nos hace diferenciar sobre los demás. Algunos tienen desarrollado más el poto, otros los pectorales y otras los pechos, etcétera. Así mismo, existen las personas que saben besar bien, las que bailan de manera "senxual" y hasta las que saben cómo abrazarte. Si tienes alguna de estas u otras, ¡aprovéchala! No dejes pasar algo de ti que te puede ser de gran ayuda.

6.-Rodéate de varios círculos sociales: Juntarse con un determinado grupo de gente que tiene influencia sobre los demás es bueno, pero es mejor si te relacionas con todos, porque así tienes una información más detallada sobre lo que deseas saber. Puede ser que quizá no seas bien visto porque te relacionas con todos; sin embargo, si eres capaz de llevar bien estas relaciones y puedes tratar a cada grupo como es debido, es posible que saques una mayor ventaja sobre los demás.