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sábado, 18 de agosto de 2012

Activos

Son los "men", los tops, los machucafuertes, los tigres, los que proponen, los que dan, los que la empujan, los que (te) lubrican, los que vienen y se van. No los suelen joder tanto, porque existe la idea que son más masculinos que el resto, y que pueden estar "confundidos" con su verdadera identidad sexual. Como los pasivos, hay de todo tipo, según los diversos gustos. Aquí, una pequeña lista:

1)Los caletas: Los puedes encontrar en Manhunt o Grindr sin mucha dificultad.  Cuando era más chibolo, los veías en Latinchat. Viven en Surco, San Isidro, La Molina y Miraflores. Siempre buscan "machitos como uno",o GCU en sus perfiles. Suelen ser los más prejuiciosos, porque a ellos no se les sale la pluma como a otros. Son altamente selectivos, y prefieren chicos "bien", con cuerpo "formado, gym". Les aterra los lugares gays, pues creen que todo el mundo los puede ver. El tipo de polvos con ellos son muy variados.

2)Los bisex: Son un poco frikys con su sexualidad, pero no tan palteados como los caletas. A los verdaderos bisexuales, no te lo encuentras en el chat o en algún anuncio de página web, no, sino en la vida misma. Ellos son los que valen. Por alguna extraña razón, tienen una fijación por el culo. Es algo típico el hombre que te puntea  una y otra vez, y mira hacia otro lado para hacerse el desatendido.

3)Los vírgenes: Dicen que solo recibe blowjobs, y practican sex light, aunque se mueren por voltear a alguien. Les da un poco de roche llevarse un chico a la cama, por lo que recurren al alcohol para soltarse. Han agarrado con medio mundo, y se la ha visto otro tanto. Algunos son unos lacras calientahuevos mal. Hay que saberse manejar.

4)Los body-boarder: Son antipáticos. Reniegan de todo.  No les cae bien a cualquiera. Usualmente, se juntan con un mismo círculo de amigos, pues no todos les aguantan. Les gusta el sexo hardcore, y probar nuevas cosas kinky. Son  arrechos, pero seleccionan bien a sus amantes. Algunos tienen serios problemas con sustancias ilegales, otros no.

5)Los pendejos: Viven su sexualidad sin roche. No les interesa si alguien sabe si es gay o no, mientras no los jodan. Aman, pero jamás pueden tener una relación formal con un chico. Son divertidos, y siempre tienen a alguien para llevarse a la cama. Por lo general, no se complican: seleccionan, apuntan, y disparan. Muchos tienen fijaciones por los twinks, les gusta la carne fresca.

6)La activa afeminada: Los hay en todos lados, son los que menos te esperas que lo sean, y que te sorprenden. Al principio, cuando te enteras que tuvo sexo con un pasivo piensas: "panetón", "pan con pan", "lesbianada", pero no, la verdad es que sí dan por atrás. Son graciosos en su manera de ser, pues son más delicados que los anteriores, pero tienen "su lado top" por ahí.

viernes, 25 de mayo de 2012

El buen homosexual

Rarísima vez se define como gay. Es de perfil bajo, "caleta", profesional, independiente, varonil. Mantiene un relación estable con su familia y amigos. Solo los más cercanos conocen de su opción sexual, y no comprende bien por qué alguno sujetos se esfuerzan en la actualidad por hacerlo saber a quien se cruce en su camino. No tiene la necesidad de frecuentar sitios friendly para sentirse homosexual. Tampoco mira con compasión y dicha a los que sí lo hacen. Le parece que ahora es más "común", pero eso no va con él. Así  mismo, no tiene ningún problema con los maricas o los trans, pero no se junta con ellos, porque no le va "la pluma", ni verse expuesto de esa manera.

No reconoce una categoría tal como "Mal homosexual", pero sí es consciente que hay un grupo distinto de ellos, que algunas veces lo perjudica, y que está ahí, porque es difícil que no pase desapercibido.

Para unos, son todos los nuevos maricas que aparecen en los medios (o no), y que confunden a la sociedad haciendo creer que todos los homosexuales son una locas que solo asisten a lugares de ambiente para socializar; para otros, los afeminados, que no saben comportarse como "hombres"; para otros, los chibolos inseguros que no saben lo que quieren; para otros, los que hacen moda y se juran ragios; para otros, aquellos a los que el tener cuerpo de gym, ir a tal lugar, vivir en tal lugar, y ser de tal lugar los convierte en miembros de aquella comunidad discriminadora, comercial y, ciertas veces, estúpida.

Como resulta claro, no hay una definición clara sobre lo que es o no es ser un buen o mal homosexual. Hay una pluralidad de discursos que establecen muchas relaciones dicotómicas que sirven para elaborar un discurso de identidad propia. Lo homosexual, "caleta", profesional, varonil se opone a lo gay, "mediático/público", chibolo, afeminado.De la misma manera, el mantenimiento de una vida sexualidad dentro de la intimidad y lo no friendly se antepone a la visibilización, mediática o no, de la sexualidad y a ciertos espacios particulares (algunas veces denominados "de ambiente").

Dentro de la percepción del buen homosexual, no hay una compresión exacta  frente a los que "están" en su grupo, pero es capaz de entablar disimilitudes ante los que son distintos de ellos. Para él, hay conductas que son propias de los hombres, por eso no se entiende que haya gays femeninos. Menos visualiza la posibilidad de que "todos los grupos" puedan estar juntos. Tampoco busca establecer un punto de comunión con el otro, sino que, más bien, aclara las diferencias para no tener que ser comparado con ellos. Su identidad es una basada en presentación de diferencias y no en la aceptación de determinadas cualidades comunes.

¿Es aquel, pues, con el cual se sienten identificados las generaciones más jóvenes?, ¿es él el que, bajo una conducta de "tolerancia", es superior a otros?, ¿es él la representación de la conducta moral positiva para los gays?, ¿es este el perfil de un conformista, de un realista o de un hombre astuto?, ¿posee ese perfil el crítico del nuevo panorama social?, ¿quién es, al final, el buen homosexual?

lunes, 27 de febrero de 2012

Gay en la la ciudad

Siempre suelo decir que no me agrada categorizar, pues esto limita mucho la visión que se tiene sobre un objeto. No obstante, me gustaría escribir esta vez sobre los tipos de gays con los que suelo frecuentar. No digo los que hay, porque soy consciente de que en mi ciudad coexisten infinidad de "tipos". Algunos más sorprendentes que otros. Como sea, esta es una visión más de las tantas que hay. Empecemos.

1.-Los hipsters: Son una población en aumento y se desconoce el origen de varios. Conozco muchos que alegan no serlo, pero que lo son, así como varios poseros que dicen serlo, pero que no entiendes por qué se autodenominan de esa manera. Por lo general, frecuentan Barranco, y ciertas zonas del centro de lima. Los más fresas bajan a Barranco, los más warrior van al centro. Es cuestión de clases y chongo. Cada espacio maneja un diferente tipo de diversión. Un típico hipster barranquino usa algún tipo de lentes geek; tiene "cultura" alternativa, porque le gusta ir a galerías, ve películas independientes o ha leído a bukowski; le agrada sentirse cómodo sin dejar de verse bien; se divierte en lugares como Flat, Sargento, Matadero, Wahios, Tizón, y suele autodenonaminarse caleta, aunque en la intimidad pierda la vergüenza que le queda.

2.-Los fashionistas: Son necesarios en esos momentos de urgencia que no sabes qué carajo ponerte para verte bien. Basta con una timbrada y ya. Son chicos que siempre saben qué colores se usan cada temporada, qué texturas van, cuáles no, y hasta qué tipo de cabello es el que rige la estación. Consumen más revistas de moda que el promedio normal de gays, y asisten a más desfiles y eventos que la mayoría. Pueden morirse de hambre, pero jamás verse mal. Algunos estudian en determinados institutos de moda, y otros aprenden de lo que ven y la vida les ha enseñado. Son ampliamente versátiles. Los encuentras en Picas, Rafael, La folie, Dédalo, Gótica, La gorda, Zara, Lola, etc.

3.-Los locos: Todo tenemos un amigo gay que es loco. Por lo general, es un drogadicto. Se ha metido de todo, y ha probado muchas cosas. Suele ser el dealer del grupo, y son llamados cuando uno requiere de alguna sustancia ilegal para amenizar la noche. Usualmente, es gente que percibe algún ingreso, pues comprarse coca y demás no es tan barato. Aparentan ser desconocidos, pero tienen un fuerte pasado oscuro. También, poseen un fuerte gaydar. A pesar de que no se autodefinen en un rol, tienen a ser más asolpados que sus compañeros.

4.-Los realizados: Por lo general, son hombre que bordean los treinta años. No tienen problema en estar con gente de su edad o menores. Tienen relativa experiencia, y disfrutan de una buena calidad de vida. No tienen un lugar específico para ir, pero, eso sí, no asisten a todos los lugares, sino donde está LA gente. Muchos tienen amiguitos, disfrutan de belleza juvenil y son dadivosos a cambio de ciertos favores. Varios pertenecen a la old school, pero igual les gusta la chiquillada. Es un grupo muy diverso, pero que no hace tan pública su sexualidad como el resto.

5.-Las bebes: Cómo describir al tipo de gays que han sido los más marginados... Es complicado. Básicamente se les dice así, porque se perciben más femeninos que el resto, y porque su edad fluctúa entre los 15 y 18 años. No son bien vistos por muchos, debido a la manera escandalosa  de ser de algunos, que causan recelo y rechazo por parte de los demás gays. Se juntan en grupos grandes; unos eSrcIben de ezta mAnErA, aunque no a todoz lez agrade. Asisten al Valetodo o Sagitario y unos cuantos pueden confundirse con verdaderos pokemones.

6.- Los falsos socialités: Son ilusos que por ser invitados a un evento "privado" se juran un socialité. Es penoso ver muchos chicos que pretenden serlo solo porque tienen más de 1000 seguidores en Facebook y Twitter, porque tienen amistades "internacionales", a pesar de que  todos comenten a sus espaldas que son unos fracasados, poco creativos. No hay un lugar específico al cual asistan, pero van a lugares "in", así no consuman ni una cerveza. Son los peores comunnnity managers que existen, y, aunque dicen que no se juntan con cualquiera, invitan a cualquiera a participar. Hacen lo que sea por escalar socialmente, y su pose es equitativa a su estupidez.

7.- Los Ragios: Pueden ser confundidos con los fashionistas, pero  son diferentes, porque son más accesibles a tratar con todo tipo de gays. Aparecen de vez en cuando en alguna revista de sociales, van de compras al boulevard del Jockey, al cine en Alzacar, por un piqueo a San Antonio, y van al gym para mantener una buena línea. Su imagen es importante para ellos, pues esta refleja bastante cómo son. Trabajan meticulosamente su self-brading. Veranean en las playas del sur chico. Les agrada conocer lugares exóticos (espacios que no están en la ciudad). Han ido alguna vez a U.S.A. y consumen diversos productos tanto es castellano, como inglés. También asisten a restaurantes y bares in (como los fashionistas), y tienen algún amigo famoso o conocido.

8.- Los caletas: No hay una manera clara de describirlos. Es así de simple. Se puede decir que muchos de ellos permanecen en el closet por diversos motivos. Algunos por miedo, y otros porque así lo han decidido. Tienen un estilo de vida "más heterosexual", que el resto. No frecuentan espacios donde hay muchos gays, y los poco que tratan lo hacen en la privacidad. Son complicados por lo general.

martes, 5 de julio de 2011

Dulce capricho

"En el fondo, todas las mujeres son enemigas entre sí...
Rochefoucauld

...y algunos hombres también. Debe ser, porque suele resultar más apetecible aquello que es prohibido. Esto me parece un poco estúpido, porque lo más simple será fijarse en un tipo que no tiene ninguna relación, y ya, pero no. Estoy convencido de que al ser humano le encanta complicarse. Por eso, surgen los dramas. Yo no tengo nada en contra de ellos, creo que son un experiencia más dentro de todo lo que llamamos vida, y que es inevitable encontrase en uno de ellos tarde o temprano. Pero, ya me desvié del tema.

Decía que nos gusta lo prohibido. Es que se siente bien cuando pruebas eso que no debes, pero tampoco sabes si se siente rico. Te haces una idea, sí, mas no estas seguro del todo. Existe una necesidad de satisfacer esa curiosidad que nos vuelve un poco más animales de lo normal. También por ello existen infinitas perversiones sexuales, porque nos gusta estar el borde de lo permitido. A todos les gusta sentir esos nervios mezclados con ansiedad y éxtasis de encontrarse en una situación así.

Cualquier pretexto es válido para pisar el palito. Es alucinante la cantidad de excusas que pueden surgir cuando de satisfacer una curiosidad "que no deberías" se trata. Estas fluyen casi de manera inconsciente, y todas son capaces de justificar la razón del acto. No tengo ningún problema con la gente que es así. Por lo general, la suelo apoyar, pero me llega aquella que se pasa de conchuda o no tiene control de la situación. Como me dice mi viejo "Si vas a hacer las cosas bien, hazlas bien; y, si las vas a hacer mal, también hazlas bien".

Así, si te vas a meter con la hermana de tu amigo, hazla fuera de su casa. Si la quieres hacer con un chibolo, giléatelo sin demostrarle que te quieres acostar con él. Si quieres con el novio de tu pata, plantea un trío caletamente. Si te pone el dueño de la fiesta, llévatelo a la cocina a "sacar hielo".Existen infinidad de opciones para lograrlo, pero ninguna garantiza que al final saldrás satisfecho. Ese es el riesgo que corres.

Si es correcto o no, lo dejo al albedrío de cada uno. Kant diría que no tengo moral, y que soy una paria social. Freud demostraría que tengo un problema de mi infancia sin resolver que se traduce en actos socialmente no aceptados. Quizá nerón me besaría las manos, y Jesús me perdonaría con la condición de una transformación en mi estilo de vida. Cada uno ejerce libre albedrío sobre lo que considera correcto, pero, creo yo, debe tener en consideración a la tercera persona. Por eso, retomando la palabra de mi viejo, "si haces las cosas mal, hazlas bien".

jueves, 4 de noviembre de 2010

El país de los caletas

No estoy seguro de cuándo los roles se cambiaron, pero creo fervientemente que los caletas se computan las nuevas tapadas limeñas. ¿Cuándo ocurrió eso? Ni yo lo sé. En una ciudad grande, donde conocer varias personas es algo común, y donde todos buscan salvaguardar un poco su privacidad, autodefinirse como caleta es la mejor opción para un gay que no ha salido del closet. Un típico hombre así a) no frecuenta lugares de ambiente, b) no se relaciona con loquitas, ni esas weaaadas, c) busca "gente bien", d) vive una vida straight (obviamente) y e) es bien machito.

No sé cuántos habré conocido en mi vida. No he tirado con todos, solo con algunos. Por obvias razones, incluyéndo mi terrible voz aguda y mi cara de pussy, yo les resultaba mucho más gay de lo que ellos pudiesen serlo para mí. Todos me aseguraron llevar una vida "tranquila", normal. Claro, si te es común haberte tirado a medio lima entre 17 y 19 años. Luego, a la gran mayoría no le gustan afeminados. Sin embargo, en la cama, algunos te dicen perra o putita, y les encanta que gimas, pero suavemente. Nunca tan escandalosa.

Tampoco tienen muchos amigos gays. Los pueden quemar. Otros creen que siguen siendo bisexuales, aunque la última chica que se tiraron fue hace 5 años, y no tienen relación sentimental con alguna desde hace 4. No obstante, se acostaron con un tipo que encontraron en el MH la semana pasada. Con el tiempo, pasará. Alucinan que es casi imposible que un pata les diga que no, y su cuerpo como arma seductora es su mejor instrumento. Ni qué decir de sus relatos en cuanto a experiencias sexuales.

Lima es gris, porque está quemada. Al final, tarde o temprano, casi todos sucumben a los placeres desvergonzados. Solo unos pocos sobreviven, y de aquellos no se tienen cifras, porque aquí nadie sabe nada.