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domingo, 1 de marzo de 2015

Nada fue un error

Por supuesto que no quería ir. Me hice el estrecho, pero ellos insistían hacer algo, así que los acompañé. Nunca tan pussy.

Llegamos y todo era la misma mierda. Ni siquiera estaba ebrio. Para variar, mis amigos asumieron una onda healthy y tomaron 0 alcohol. Creo que soy una mala influencia... Como sea, todo marchaba igual de tela que siempre hasta que recibí un mensaje de Nando, que me advertía que estaba allí, cerca al estrado. 

Como estaba aburrido y habían cancelado mis planes de tirar sí, me arruinaron los previos, decidí ir a su encuentro. Recorrí el punto donde me indicó que estaba tres putas veces y sentí que había perdido la dignidad. Obvio, le escribí de vuelta para decirle que era un puto mentiroso y que no estaba donde decía. Le dejé claro que si quería verme, que vaya a mi encuentro.

Vino hacia mí. Estaba ebrio y bañado en sudor. Y no, el no se veía nada sexy así. Intentó robarme un beso cuando se lanzó a abrazarme, pero me bastó con girar la cara para que entendiera el mensaje por suerte. Me dijo que me veía bien. Le respondí que yo lo veía hecho un asco, pero que era gracioso verlo así. Empecé a cagarme de risa, y él se chupó. Nos despedimos, y volví.

Luego, todo transcurrió con normalidad. No pude perderme tanto como hubiese querido. Por una extraña razón, algo me decía: no, ¿para qué huevón? Fue muy raro. De todas formas, en un instante me perdí y atravesé los otros círculos del infierno guiando a Ash a través de aquel mar de pasivas y falsos caletas. La travesía no duró mucho, pues el resto se quería ir: la vejez.

Los despedí. No sé en qué momento, pero, para cuando abrí los ojos, tenía a Nando bailando frente a mí. No entendía nada. Solo bailaba. (Por cierto, ya no me da miedo bailar solo, aunque parezca loquito, pero qué chucha. Yo bailo solo.) Recuerdo que sonó Rosa Pastel. Nunca una canción fue tan precisa. En aquel instante de éxtasis, apareció él, mi pasado, 2008. Seguía igual, pero con "pancita" ya que nada es perfecto. ¿Habrá hecho un pacto con el diablo?

No lo podía creer. Lo tenía frente a mí. Por supuesto, él estaba más ebrio que Nando, y le valió verga jalarme de la cintura para apartarme a su lado para bailar juntos. Solo bailaba. Él no dejaba de tocarme supongo para calentarme los huevos pero nada pasaba. Esta vez tenía todo bajo control. De pronto, Ni Una Sola Palabra. Bendita Paulina. De más decir que la canté hasta quedarme afónico.

Mi boca dice nunca más. Lo intentó varias veces, pero luego se dio cuenta que no valía la pena. Le pedí que me acompañé a la puerta. Nos dijimos hasta pronto con un fuerte abrazo. Por suerte, no bajó la mano más, estaba con un jock. Sí, eso también le dije antes de separarnos. Salí de aquel antro cansado, pero con una sonrisa estúpida en el rostro. Misión cumplida.

Nada de esto fue un error.


viernes, 30 de mayo de 2014

Encuentro Fatal


Regla # 69:

Cuando te vayas a follar con un desconocido, NUNCA cierres los ojos y te dejes llevar por la dureza de su miembro. Puedes perder más que un celular por no querer ver.

Hoy perdí mi smartphone de la manera más imbécil posible. No voy a entrar detalle sobre cómo pasó, pero sí diré que fue por arrecho. Qué cagada... Hacía tiempo que no me metían la rata tan hasta al fondo. Me dejé llevar.

Aluciné todo, como siempre. Me compró con su interés por libros, el vino tinto y el incienso. Además, tenía las manos tibias... Hijo de puta. Me dejó su canguro de mierda -nunca subió-. Me dejó con las ganas. Me dejó en la nada. Creo que es una señal. Lo mejor ha sido el almuerzo, y el encontrar mi cama tendida. Ya pasará.



viernes, 14 de febrero de 2014

Bon Voyage, Bel Ami

Por alguna extraña razón, cuando he salido con un chico que  me interesa, no me he podido involucrar sexualmente de una manera que me haga sentir satisfecho; sin embargo, cuando hemos dejado de hacerlo, y ha transcurrido cierto tiempo, hemos tenido un par de encuentros casuales que, más que sorprendernos, han terminado por ayudarnos a cerrar un ciclo.

¿Qué tanto "necesitamos" tirar con esa persona para acabar con todo de una buena vez? No lo sé. En mi caso, tiene que ver con una cuestión de orgullo+ganas+pajazosmentales que deben ser resueltos para poder mantener una relación tranquila, sino sana, con quien alguna vez salí, y fue la fuente de mis pajas nocturnas, mis falsas esperanzas y mis histerias. 

Hace unos días le contaba a un buen amigo, que tengo un pata que está por hacer un gran viaje. Este sujeto fue alguien con quien salí hace un par de años, pero con quien nunca intercambie más que saliva las míseras veces que nos besamos. Ahora se va por no sé cuanto tiempo. Me ha dicho que fácil es un año, pero que si todo le va bien, se queda allí. Esa vez que me contó yo me estaba cagando de risa de cómo afinaba su bajo; todo lo malinterpreto, y él me sigue con la cochinada, y eso me encanta. Estaba tan perdido, entre mi arrechura y la sorpresa, que solo pude decir, ¡Oh!.

Sí, ¡Oh!, como si mi sorpresa fuese a penetrar sus oídos hasta traerlo a mí para conversar una última vez, pero yo soy muy ingrato, y él peor. Quizá debería llamarlo. Lo embriagaría con un vino, como me dijo mi amigo, y luego vería qué pasa. Soy el peor; tal vez, pero es que se va, y aún nada. Supongo que él me dirá "No, Maxtian, ¡no! ¡Estás locazo, carajo!", se reirá, solo se reirá (y yo con él).  



Besos, besos, abrazos, y que tengas un buen viaje.


sábado, 14 de agosto de 2010

Irealidad Virtual

Yo conocí a Hass por una página de encuentros muy conocida hace como 2 años. Su foto de perfil no me pareció la mejor; no obstante, lo que leí en datos personales hizo que interesara por él. Era blanco, de mi estatura, cuerpo normal, ojos claros, facciones no toscas, cabello negro: un chico lindo, con el plus de ser relativamente proporcionado. Luego de varios mensajes que me envió, y otros tantos que yo le respondí, decidimos intercambiar msn. Admito que si bien el chico no tenía tanta cultura, se podía hablar bien con él. Así mismo, las fotos que me mostró me otorgaron una determinada confianza en él. Fue así que un día acordamos en vernos en la puerta de Saga de San Isidro.

Estaba muy nervioso y ansioso a la vez porque lo conocería. Me había puesto mi mejor pussy polo, mi pañalón azul y olía a pour homme de Ck. Eran las 2:17 p.m cuando mi ilusión se fue al tacho. Del otro lado de la pista, en la puerta de ripley un hombre no paraba de mirarme. Me dije: de seguro, está buscando a su amigo. Pasaron como cinco minutos cuando ese sujeto se me acerco, y me dijo, Hola, yo soy Hass, ¿tú eres maxxie, no? Sí, respondí tímidamente. Luego de hacerle un check out en 10 segundos, quería que me tragara la tierra.

¡Cómo chucha me puede estar pasando esto a mí?, gritaba, dentro de mí, claro está. Conforme caminábamos más detalles le veía que me dejaban de gustar. En primer lugar, no se podía hablar con él. Era más tímido que yo y se creía algo que no lo era en absoluto. Después, era más chato de lo que me dijo, creo que se quedó con la altura que le dijeron en el colegio. Además, no vestía lindo, parecía que había escogido trapos para vestirse en vez de ropa. Y, como si no tuviera suficiente con humillarme públicamente, tuvo la osadía de invitarme a su departamento. Lo siento brother, yo en esas cosas no atraco. Soy virgen.

Sé que no soy el único chico al que alguna vez le han pasado estas cosas, pero es que, en verdad, desconciertan. No estoy seguro de si lo que favoreció el encuentro con el chico fue "el poder" del chat o "la magia" del photoshop. Sólo puedo decir que desde ese entonces he tenido que aprender mañas y demás artilugios para saber si es verdad tantas bonitas palabras que uno lee por la red. Como leí una vez, cada ves los internautas debemos aprender más a saber encontrar lo bueno dentro de lo malo en internet.