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sábado, 5 de noviembre de 2016

Leal/ad


¿Cómo demandamos lealtad si no somos honestos con nosotros mismos? ¿Con qué concha le decimos a otro que deje se culear con otros si nos cuesta pretender que solo tenemos ojos para una persona? ¿Cómo exigimos fidelidad si nos hemos traicionado?

Nos hemos educados orientados al otro, leales al otro, hasta el punto de llegar a negarnos quiénes somos, qué deseamos. Crecemos con este horrible 'axioma' social que nos empuja a darnos al otro en cuerpo y alma como un pedazo de mercancía. El principal inconveniente de esta entrega desmedida es simple: no nos permitimos alcanzar nuestra propia felicidad en desmedro del otro porque 'uno tiene que hacer sacrificios'. Ahora bien, ¿cuánto uno está dispuesto a 'sacrificar' para construir una felicidad compartida? ¿Qué tanto uno de puede negar a sí mismo para satisfacer a otro a costa de la propia felicidad?

Desde mi perspectiva, la lealtad no implica una devoción ciega al otro, menos la noción de realizar 'sacrificios' que atenten contra mi propia felicidad, contras mis deseos para no joder a otro 'y llevar la fiesta en paz'. Porque, al final, ¿se gana no siendo felices, evitando discusiones que carcomen?, ¿se puede construir una relación suprimiendo las ganas, los sueños?, ¿se consumen todas las fantasías con una paja, una sonrisa a medias y un té para dos?

Es cierto que cada pareja dibuja y re-construye sus propios modelos de fidelidad como le da la gana; sin embargo, creo que primero debemos realizar un ejercicio consciente de qué es lo queremos para nosotros, como individuos, cuánto podemos aceptar y hasta qué punto nos adaptamos. No creo que las personas 'cambien'  voluntariamente por otra. Quizá uno pueda llegar a ser manipulado, modificar algunas maneras de pensar o actitudes con el tiempo, pero no renunciar a quien se es sin más desde el comienzo para no cagarla.

De nuevo, la honestidad. Debemos aprender a ser más honestos con nosotros mismos, con el tipo de intimidad que queremos desarrollar para evitar falsos orgasmos, fantasías atrapadas en la ilusión de la hipócrita relación monogámica perfecta.

domingo, 31 de enero de 2016

Relaciones Abiertas

Existen muchas cosas que me cuesta comprender cómo se mantienen hasta ahora. Entre ellas, el cuestionamiento de qué tan "fiel" es una persona que decide mantener una relación abierta con su pareja o el mantenimiento de este tipo de relación en el tiempo.

Para mí, la fidelidad va más allá del culo con el que te acuestas. Es algo más relacionado con ser honesto y abierto con tu pareja respecto de varios puntos, más allá del sexual. Tengo varios conocidos y algunos amigos que les cuesta comprender cómo alguien que pretende tener una relación estable con su pareja, y que a su vez sea abierta,  pueda considerarse a sí mismo una persona fiel.

La mayoría de sus argumentos están relacionados con qué tan "satisfechos" estamos con la pareja que deseamos estar. Varios creen que se trata de una búsqueda de placer fuera la de relación, porque 'no es posible' obtenerlo con una sola persona, porque no llena eso.

Desde mi perspectiva, no es así. Optar por una relación abierta es más brindarse la posibilidad mutua de explorar más los cuerpos, tocar los límites,  practicar aquellos fetiches o juegos que requieren el apoyo de otros. Para ello, se requiere de un diálogo constante, que involucre honestidad y compromiso. No se trata de llenar algo, porque no hay nada vacío. Yo diría, más bien, que se trata de tomar más jugo.

Por último, cada relación funciona bajo sus propios esquemas, y pretender normativizar las relaciones me parece algo brutal y cojudo. Cuestionar las reglas, flexibilizarlas, es lo que nos vuelve, en mi parecer, más humanos.




domingo, 6 de diciembre de 2015

It's all about sex

No es que me joda que así sea, pero cuesta reconocerlo a veces. Sobre todo algunos domingos por la tarde en los que no se tiene nada que hacer. Por supuesto, algunos todavía persisten en la tonta ilusión que no tiene nada que ver o que es una cuestión de segundo plano al momento de forjar una relación, pero yo no lo veo de esa manera.

Reflexiono sobre la importancia de un buen polvo en mis relaciones y sí. Puedes tener sexo sin una relación, pero no una relación sin sexo. Para mí, es una extensión del lenguaje: el arte de comunicarnos con nuestros cuerpos. Sin buen sexo no se puede tener una buena charla post-polvo (o incluso volver a tener una). Es más, me atrevería a decir que resulta un castigo, casi una prueba inquisitorial, tener que soltar algunas palabras de tu boca y fingir interés cuando has permanecido en silencio tanto tiempo con tu cuerpo.

Por supuesto, nadie dijo que es fácil. Siempre hay muchas cuestiones que se entrecruzan. Aristas, si es que se pueden llamar así. Y sin embargo tienes que decidir: le pides el encendedor o coges tu celular. Qué complicado.

Siempre es más difícil tirar con quien te interesa que con tu amigo. Por último, a tu amigo escoges no tirártelo y punto, porque no te importa saber si la chupa bien o te puede hacer venir sin tocarte. Pero, a ese idiota que te gusta no puedes chotearlo siempre. No. Hay una clausula implícita que indica que tienen (sí, tienen) que tirar alguna vez para ver si hay algo más, para saber si capaz de arrancarte un orgasmo o una crisis nerviosa.

***

Releo y no es solo una extensión del lenguaje. A veces, es el único canal. Ante la persecución de dios y de los signos, solo tienes el desfogue de la carne. De alguna manera, el éxtasis oculta la culpa y te libera de todo, incluso del presente, de la conciencia. Te sumerge para luego expulsarte bautizado.

Es alucinante pensarlo de esa manera, pero sí. No es solo un lenguaje, es el canal, la llave, la píldora roja, Kansas. En fin, todo. 

viernes, 4 de diciembre de 2015

The Less He Knows The Better

Siempre estoy del otro lado. Es más divertido. Lo más interesante es que intente ser un poco más honesto de lo habitual.  Le dije que no me sentía dispuesto para una relación absolutamente monógama y común con comidas y polvos los fines de semanas, pero él insistió en salir conmigo. Por supuesto, yo también insistí con el tema, y le dejé ver que quizá más adelante me gustaría un trío con otro huevón más. Él me respondió con que tenía las cosas claras. ¿Y acaso yo no?

Luego, casi sin querer, vino el gran tema: los sacrificios. ¿Qué tanto sacrificas por complacer a la otra persona? Por supuesto, él no dejó atrás sus ideas. Yo tampoco. Resultado: suicidio grupal.

La despedida fue dura. Más que nada porque quería verle a la cara. Pero él insistió en hacerlo a través de un mensaje de WhatsApp porque la anterior vez que tocamos el tema me puse mal. Es verdad, pero sigo pensando que debió ser de la otra manera. Como sea, me agarro despreocupado, de pie, sujetándome del único espacio libre que tenía para no caerme mientras el bus se dirigía ala última estación junto con sus últimas palabras. Qué cheesy.

Al menos, no quedé como un patán. Me dijo que le parecí honesto. Parecí: verbo pretérito perfecto. Y divertido.  Sí, porque lo guie a través de galerías en vez de esperar a la mitad de la película  de cartelera para tocarle la entrepierna y robarle un beso; porque me quejaba exageradamente de una pestaña entrada en mi ojo, pero luego sonreía sin más; porque fingía sentirme culpable cuando me comía otra hamburguesa.

A veces lo extraño, a veces. Pero él no confiaba mucho en mí. De hecho, le hacía pasar malos ratos cuando le comentaba sobre la gente que conocía en Tinder o Grindr. Lo más raro: nunca pretendí tirármelos, solo hablar. Tal vez, sí. The less he knows the better.



sábado, 14 de febrero de 2015

Dancing On My Own

Siempre es un remolino. Caes en una espiral infinita alrededor de las las mismas palabras, los  mismos actores. y el tiempo transcurre, pero nada pasa, nada se transforma. 



Hace varios meses escribí sobre la importancia de decir No en una relación dañina. Ahora sé que decirlo no es suficiente... Falta asumirlo. Tengo un amigo que está enfrentando un divorcio. Sin embargo, el despegue más difícil no es con su novio, sino con él.

No es nada simple divorciarse de alguien cuando te has acostumbrado a esa persona. Más aun cuando has asumido que el sentir dolor es algo normal -creo que él ha llegado ese punto-.  Admitir amor con sufrimiento es altamente tóxico; sobre todo para la cabeza. Él sabe qué hacer, qué quiere hacer y qué le gustaría que pase; sin embargo, se olvida de él. Me apena un poco.

Él es un buen tipo, pero le cuesta desatarse de la rutina. Le genera pánico encontrarse con el caos, la idea de tener que armar una nueva agenda, de perder a alguien amado. Por supuesto, no se da cuenta de que el  gran perdido es él, que ha renunciado a sí mismo para mantener un deseo. 

A veces, se engaña y piensa que es un periodo, que luego comenzará otro nuevo. Es su deseo -la matrix-, la realidad es diferente. Otras veces sueña que él o su novio cambiarán, pero la gente no lo hace por otros, sino por ellos mismos, pero tampoco quiere ver. Debe tener una medida bastante alta, en verdad.

Agradezco no estar en su situación. Debe ser terrible. Solo espero que haga lo mismo que le digo a todos, "Haz lo que es bueno para tu cabeza. Que no te cague el mundo, porque lo está." Puede que no te guste. Puede que no lo entiendas. Pero es lo más saludable si no quieres terminar cagado.

Esta noche baila, disfruta, que primero importas tú y tú y tú, so fuck them all. 


martes, 31 de julio de 2012

2012 - II

Llega un momento en el año, casi a la mitad de este, cuando descubres que debes tomar nuevos rumbos. La temporada pasada acabó con varios dramas. Un amigo terminó peor que Adele, después de su desengaño amoroso, cantándole al  desamor en su FB, luego renegando de él, y  finalmente publicando canciones de Ashlee Simpson. Otro, Jojo, viajó a Cuzco para hacerse una limpieza espiritual (y vaya que lo necesitaba). Se quedará allí por dos semanas más, espero que también regrese limpio del intestino. Por último, mis dos ex gyles encontraron "el amor de su vida" y están "enamoradísimos".

Yo no tengo ningún problema en estar con ellos, pero a veces me siento tan desconectado, que me pierdo en mis pensamientos, y empiezo a reírme solo. Es entonces cuando mis amigos me miran con cara de extrañados y pienso para mí: la cagué. Afortunadamente, mi apatía y antipatía desaparecen  las veces que salimos, lo que me permite compartir un buen rato con ellos. Sin embargo, por momentos, aterriza esa sensación de hastío y tengo que salir rápidamente de donde estoy, o mi lado Black Phoenix sale.

Newbies

Ok, lo amito, tengo serios problemas cuando de acercarme a gente nueva se trata. Resulta casi irremediable no convertirme en un patán cuando conozco a alguien, pero es que tengo que hacerle pagar piso. Sí, es atorrante, estúpido y cruel, pero no puedo fiarme de alguien que recién manyo. De todo esto, le hecho la culpa a mis ex-giles, ellos me enseñaron a desconfiar de los hombres. Pero, ¿por qué digo esto? Porque ahora último se ha ido agregando más gente al grupo, y no congenio tan bien con todos, simplemente me cuesta acercarme, decir una broma negra, un comentario tricky y reír con ellos. Me es complicado, porque siento que no estoy "en sintonía" con ellos. Acabo de sonar viejísimo, i know...

Aunque, más que irritarme que se adhieran, quizá lo que más me jode es que algunos amigos, como Jojo, ya no me digan para salir a caminar o para hacer sus huevaditas arties, que no me agradan del todo, pero las acepto y convivo con ellas. Me molesta, supongo, tener que admitir que debo abrirme espacio entre nuevas personas para decir: Hey, soy Max, aún vivo...!

Status: En una relación (NO amigos)

 Encima, como si lo anterior fuera poco, algunos de ellos y exgyles han adoptado la postura de  no salir con sus amigos cuando están con flaco, o sea, ¿what! Me saca de cuadro que haya hombres que se cierran y solo paran con sus chicos de aquí para allá. No tengo ningún problema con que ellos tengan pareja, con que convivan con ellos, o hagan los que se les da la gana, pero iniciar una relación "formal" no es motivo para desaparecerse y luego, finalizada esta, volver cual perro arrepentido a la camada y decir: Ay, pucha, ya no salgo con fulanito... ¿Qué harás el finde? Mis pelotas si creen que los voy a recibir con los brazos abiertos, antes un lapo por cojudos.

Nuevos horizontes

No hay nada seguro sobre lo que me depare estos últimos meses del año. He cambiado de look. Me alegra saber que Proyecto de Cambio va bien encaminado. También, que en Octubre se realizará la Felafuck, será la mejor semana del año de lejos. Mi amigo sufrido tiene un plan entre manos, mis ex-giles están insoportablemente llenos de amor, y yo un poco harto de convivir con mi primo, no sé cómo avanzará todo.

Nos vemos!

lunes, 13 de febrero de 2012

La carta de garantía más antigua

Siempre me ha resultado complicado exponer mi punto de vista sobre la  fidelidad. Me es difícil hablar de esta, porque, de cierta manera, siento que tengo la obligación de explicar su proceso histórico-evolutivo en el mundo, pero por cuestiones prácticas no lo haré tan extenso. Yo no comprendo a las personas que se autodenominan "fieles". Mucho menos a aquellas que mantienen relaciones amorosas largas y que no sacan los pies del plato porque alegan que le deben lealtad a la persona, como si esta fuese casi un deber adscrito.

La infidelidad como acto impuro viene desde tiempos remotos. Hay vínculos muy fuertes entre lo que es Amor-Fidelidad-Sexo presentes en varios textos y manuscritos antiguos que la rechazan. La razón antropológica más acertada que he leído es que los primeros hombres necesitaban tener una certeza frente a la criatura que la mujer llevaba en su vientre para que así siga su descendencia y permanencia en el poder. Por ello, crearon la fidelidad como carta de garantía para la mujer, básicamente.

Esta "virtud" fue elevada hasta el rango de cualidad conforme pasaron los siglos y las religiones la adoptaron gustosas, pues es una manera astuta de generar lazos interpersonales más duraderos con sus miembros. Sin embargo, creo que ya no no tiene sentido exigirla en épocas actuales. Nos han enseñado erróneamente que la fidelidad es amor cuando en verdad no es así.

Yo no puedo decir que he tenido varias experiencias amorosas, pero conozco bastantes, y casi todos los conflictos que se originan entre parejas se derivan siempre hacia esta lealtad que tiene que  haber en una relación para que así lo sea. Me pregunto, ¿es correcto un matrimonio donde ambos sujetos no tienen amantes, pero jamás tienen sexo, ni se muestran cariño?, ¿es justo para una persona ser considerada una puta o un puto por haberse acostado con otro sujeto en todo el periodo de una relación amorosa de años?, ¿justifica, en verdad, los celos, las inseguridades, frente a la fidelidad del otro en el "amor"?, ¿qué tanto podemos exigir de los demás si también cometemos errores?

He tenido la dicha de que los pocos chicos con los que he salido me han estimulado sexualmente lo suficiente como para andar mirando otros tipos mientras salía con ellos. Esto es muy importante, porque uno no puede estar con alguien que solo le atrae porque es muy guapo o inteligente, sino por un conjunto de características que le resultan relevantes al individuo. Considero que todo esto va más por el lado de desarrollo emocional. No todos tienen la seguridad suficiente como para enfrentar una pelea, ni todos saben escoger bien con quien salir. Estar con alguien solo porque le amas, pero te hiere es una estupidez.

La clave no solo está en la atracción, mucho menos en el amor, porque este se construye, sino en la sabia elección. Hay que saber analizar con quien involucrarse sentimentalmente; establecer las reglas del juego, y jugar, porque no existe otro camino, salvo lanzarse a la aventura. Lealtad primero con uno mismo si se pretende exigir en los demás.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Ellos y yo

Nunca he tenido suerte con los chicos que he salido. Digamos que un 90% de ellos aún guardaba una especie de fijación por su ex cuando salían conmigo. Sí es una mierda, especialmente cuando  nunca has tenido novio;  empiezas a creer que hay algo mal en ti y buscas soluciones estúpidas;  tus amigos (y nana si la tienes) te preguntan cada semana cuándo saldrás con alguien; y todo el mundo conspira para recordarte que van pasando años y, cuando llegues a ser mayor, serás un completo lornaza en temas del amor.

Mi amigo Checho me dice que no sé escoger buenos chicos y que él llegará solo; Jojo que quizá esté pagando karma, y mi amiga Sofía que soy un cabro especial. No lo sé. Creo que es más lo primero, aunque no estoy del todo de acuerdo.  Es que, en verdad, es complicado encontrar un  chico ideal. Y digo encontrar porque el mercado es limitado y la exposición de sujetos no es tan variada ni amplia.

¿Y por qué no esperar que llegue?

Porque nunca llegan. Disney  tiene la culpa de esto. Nos han metido en la cabeza que el amor llega en los momentos menos esperados,  que uno simplemente sabe cuándo es, y que acaba  viviendo en un palacio con su príncipe azul. Mentira. Falso. Nos han lavado el cerebro de estupideces  para  hacernos ver que el mundo no es una mierda y tener autoestima, y para que un grupo de personas puedan quedarse con los mejores, y uno, como buen sapo, se quede esperando al suyo.

Escribo esto, y salta a mi mente He’s just no that into you. Si la han visto, deben recordar a Gigi. La pobre mujer no dejaba de salir con diversos chicos, porque sentía que, a pesar de que quizá todos con los que había salido eran unos imbéciles que no la habían tratado del todo bien, ella estaba más cerca del encontrar el amor que Alex. Es así. Uno tiene que luchar por lo que quiere.

¿Qué hacer al final?

Moverse; no suplir la soledad con alguna adicción; dejarle el rollo del  Karma a los esotéricos; dejar de buscar ser el clavo que saca a otro, darse un lugar, y no sé qué más.Sin embargo, vuelvo a leer lo que estoy escribiendo, y ni siquiera yo estoy seguro de eso, porque, ¿de qué sirve cagarse tanto si uno no recibe nada? ¿No resulta más simple ser un pendejo y ya? ¿Los solteros acaso no se sientes bien con su estado? ¿Y si en verdad no sirves para tener relaciones amorosas (porque yo sí creo que no todos pueden conocer el amor en las relaciones interpersonales)?  No sé cómo acabar el póst…  

viernes, 7 de octubre de 2011

35 y 20

No, joselito, no es el amor lo único que importa, y lo que diga la gente no. Si fuera así de sencillo, ninguno de mis amigos se hubiese 'sorprendido', por no decir espantado, cuando les dije que salía con un hombre de 35 años.  Ahora, no salgo con un hombre de esa edad. Solo lo dije par ver qué me responderían mis amigos de darse la circunstancia, y vaya que oí todo tipo de respuestas, o, mejor dicho, 'peros'. Desde el típico ¿estás loco!, ¿qué carajo!, pasando por unos ¡A la...!, y otros tantos silencios acompañados con expresiones de horror, como si les hubiese dicho que soy un asesino.

Créanme que no exagero cuando digo que solo un amigo  no mostró ningún gesto que refleje algo de incomodidad con el asunto, pero es que existe un tabú social frente al asunto de manera tan alucinante, que hasta yo me sorprendí. Me parecieron graciosas también, comparando con ciertas conversaciones pasadas que tuve con algunos de ellos, algunas acciones, ya que se contradecían con lo que decían. Es decir, a todos les gustaba ese feeling que manejan los hombres a edad, así como a muchos les atrae su capacidad sexual atribuida, pero no se atreven a ir más allá. 

El primer motivo de rechazo fue la diferencia de edad que iba acompañada, casi por asociación implícita, a un cúmulo grande de experiencias que nos separaba enormemente. Sin embargo, yo me digo, ¿no es que al final uno termina enrolándose con un tipo de esa edad justamente por esas experiencias? Por que, vamos, hay hombres que son LOS polvos, y que tienen hartas cosas por contar con una temática muy variada e interesante. Es como un exchange, yo brindo lo poco de ternura y estupidez que me queda, por aprender algo de alguien que ya ha recorrido un camino.

Luego, la segunda excusa fue el hecho de que yo no podría manejar mis emociones con tanta facilidad que alguien con más edad, y que eso podría llevarme a varias crisis emocionales en caso de entablar una relación.  Esto puede ser cierto, pero también sé de varios hombres que padecen de una androspausia que parece infinita. Además, considero que al final  son las diversas experiencias que uno afrenta, ciertas más duras que otras, las que terminan de forjar el carácter de uno. También, hay que recordar que no todos los que se han caído, logran pararse.

La tercera objeción fue el manejo de independencia, y cómo cada uno la vive según su estilo de vida. Debo admitir que esta fue la única razón válida para mí, ya que no es lo mismo el ritmo de vida de un chico de mi edad, que está en la mitad de su carrera de universitaria, que aún vive con sus viejos y tiene cierto grupo de amigos, de un hombre que tiene una maestría, trabaja en las mañanas en un horario de oficina flexible, y se mantiene con su dinero. No obstante, plantear esto como impedimento resulta tonto, puesto que al final sobresalen las ganas de salir adelante si es eso lo que se busca.

Finalmente, no existe ninguna ley que diga que eso está mal más allá de la social. Cada pareja es libre de tomar las decisiones que más crean convenientes con fin de llegar a su felicidad por medios lícitos, le joda a quien le joda. Solo es necesario un compromiso mutuo y responsable, y ganas, muchas ganas de seguir con la aventura que es vivir. Y, si los llaman dos locos... ¿Y qué!


ps: Tenía que colgar la canción, y es que me pareció graciosísima, jajaja.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Paradigmas Amorosos

¿Tienes que esperar 3 días luego de la primera cita para ver si te llama o no y así seguir con el plan?, ¿tiene que devolver la llamada el que invitó a la cita o el invitado?, ¿cuándo es apropiado poder decirle 'te quiero' a esa persona con la que sales?, ¿existe un tiempo adecuado de aguante antes de tirar?, ¿el sexo oral cuenta?, ¿y los jueguitos? Estas y otras preguntas más rondaron mi pequeña cabeza durante una serie de días, por lo que busqué respuestas en varios amigos, quienes en su mayoría me plantearon escalas de tiempo adecuadas para que ocurriese cada situación. Mi conclusión luego de oír sus repuestas: las reglas sociales son estupideces.

No existe un tiempo determinado para saber luego de la primera cita para saber cuándo es correcto comunicarte con esa persona, o para saber si las cosas van a  marchar bien o no. Son cosas que pasan y ya. Puede ser que las primeras tres veces que salgan la pasen genial, y la cuarta no, pero esa no es razón para dar marcha atrás. Todos tenemos días buenos y malos. Es cuestión de ver cómo avanzan como relación con el pasar de los días y ver entre ambos si las cosas van para más o no.

Luego, no existen restricciones para decirle a alguien "me gustas" o "te quiero". Uno lo dice simplemente y ya. Además, porque te diga te quiero no quiere decir que se va a querer casar contigo, o que en verdad te quiere de la manera que crees. El peso que se le atribuye a cada palabra varía por lo general entre personas, aunque tampoco es tan recomendable decirle "te quiero" a una persona que has visto 3 veces, porque puede parecer estúpido. Tampoco existe una ley para decir cuánto es apropiado decir "me gustas", o "te amo", son cosas que surgen con el tiempo y las experiencias que intercambian.

Sexo es sexo. Así sea un blow job, o un quickie, eso no quita que sea sexo, y hacerlo antes de establecer una relación formal no te va volver una puta,  y hacerlo después tampoco te va a hacer ver lento. Cada pareja es libre de decidir cuándo quieren tener sexo o no, cómo, dónde y demás interrogantes también. Además, es un componente importante para la relación, ya que afianza, generalmente, la pasión y deseo por la otra persona. Asimismo, ¿a quién le gusta correrse la paja si puede hacerlo con alguien?
Por último, cada relación es compleja, y no todos nos manejamos de la misma manera. Quizá para algunos sí funcionen ciertos paradigmas, pero para otros no. Es, como dije antes, cuestión de vivir.

lunes, 20 de junio de 2011

Aprender

A finales del 2009 yo salía con D. Todo era perfecto. Claro, para mí. Habíamos hecho varios planes de salida juntos para el 2010, nos veíamos con cierta regularidad, y estudiaba cerca a mi universidad. Las cosas aparentemente marchaban bien, pero la verdad es que yo no quería ver lo que "era obvio": él aún seguía cagado por su ex. A pesar de que varias personas me lo advirtieron, decidí salir con el 31 de diciembre para ir de camping, para que a las 2:35 p.m. confirmara dichas sorpresas, y acabase sintiéndome imbécil por no abrir los ojos cuando pude hacerlo.

Es cierto que algunas veces aprendemos a golpes, unos más fuertes que otros, y quizá queremos que otros aprendan de la misma forma, pero no es el caso. Creo que cada uno llega en un momento indicado, y que no se debe incitar a que otra persona se golpee antes de lo debido si lo que se quiere es que aprenda. Tampoco soy partidario de que se prevengan. Esto me parece de lo peor, pues no permite descubrir experiencias a la otra persona.

Existe gente que si sale con un tipo que no le gusta, le termina, y su excusa es que tarde o temprano le tocará aprender. Y, quizá está bien, pero no se trata de basarse en eso como pretexto para terminarle a alguien. Muchas veces he oído de patas que acaban relaciones por el bien del otro, "para que aprenda", y, francamente, me parece una estupidez, porque existen motivos mucho más trascendentales para acabar con una persona.

De otro lado, están las personas que se aferran a la relaciones, porque no quieren que el otro salga lastimado, porque aún es un bebe y el mundo es cruel. Eso me parece también terrible, ya que no se puede privar a alguien de una experiencia, y porque no se puede pensar siempre en la felicidad de la otra persona sin tener en consideración la propia. No se trata de egoísmo. Es solo que uno no debe sentirse atado a alguien solo para que no sufra, sin considerar la auto-realización personal.

Las lecciones llegan en diversos momentos, y depende de uno si decide aprenderlas o no. Es tonto pretender que el otro aprenda por más castigo o refuerzo que se le otorga, si no tiene ganas de adquirir el conocimiento. Cada quien ejerce control sobre lo que quiere saber, y lo que no.