Simplemente Yo

No sé cómo y cuándo me convertí en un ser tan voluble. Supongo que todo empezó cuando crecí. Una adolescencia interrumpida por un gran drama familiar marcaría como sería mi vida secundaria. Quizá por eso fui uno de los menos populares en mi colegio y me dedique a no salir de mi casa, salvo al colegio los últimos 5 años de mi vida escolar. No quería salir al mundo, no quería que nadie mi viese, no quería ver a alguien. Como se imaginaran, mi vida escolar estuvo llena de pastillas antidepresivas, terapias psicológicas, terapias psiquiátricas y uno que otro intento de suicidio estúpido.

Todo me iba mal y no podía ser peor. Lo único que me mantenía con vida eran mis clases de ingles y mis conversaciones con mi mejor amiga. En enero del año siguiente a acabar el colegio, mi abuela falleció. Yo empezaba un ciclo en la UPC y sus recuerdos me invadían el pensamiento una y otra vez. Recuerdo una noche que me encontraba muy mal, sólo estaba el chato conectado y no hablaba mucho con él, pero esa noche decidí hacerlo. Necesitaba conversar con alguien. Le dije mi vida, todo.

Después de esa noche. me acerqué mucho a él. Mi vida universitaria en la UPC era tranquila, solo hice una buena amiga allí. Mis clases eran lindas y vivía un amor imposible con un chico a quien jamás me acerqué. Yo acabé mi ciclo, pero mis demonios internos volvieron y como no me encontraba seguro de por qué estudiaba comunicaciones y por qué estudiaba, siquiera, le dije a mi papa que me diese un tiempo. Mi viejo me grito. Mi vieja lo apoyó. Ambos me dijeron que era un inútil desvergonzado que no tenía reparos en gastar plata ajena por las puras y que no me apoyarían en llevar mis talleres de teatro y claun.

Los siguientes meses fueron un reencuentro con mi verdadero yo, con mi yo interno. Pasé muy gratos momentos en todos lo talleres en los que participé. Conocí muchas personas y hasta me di cuenta que no era tan odiado por ser gay. Empecé también mis clases de francés en la Alianza Francesa. Todo marchaba a su ritmo, a su tiempo hasta que sucedió un hecho que cambió el ritmo al que iva.

Una noche de aburrimiento salí un pata x. Él me llevó AL DT, era la segunda vez que iba. Esa noche me reencontré con el chato y conocí a un individuo cuyo nombre no voy a decir, pero de quién sí diré fue importante para mí.* Quizá yo no haya sido importante. Quizá yo no fui algo más que un ligue de verano. Pero, para mí no. Yo nunca había salido con un chico como hacía con él. Nunca había recibido un te extraño vía sms a las 12 de la noche. Nunca había despertado en un día de verano en una cama que no fuese la mía, ni había tenido tantas promesas. Yo era el más ilusionado de los dos. Estúpido y común error del cual aprendería más tarde. En fin, las cosas no sucedieron como yo quise que fueran. No sé si fue su error o el mio, mas estoy seguro de que viví con la culpa mucho tiempo.

Luego, empecé a ir a la academia. Ya sabía que quería hacer con mi vida: estudiaría comunicaciones y me convertiría en un buen dramaturgo. Allí hice buenos amigos, aunque al final no la pasé tan bien que digamos. Todo me fue relativamente normal, hasta ahora.


*No es que él haya sido el único chico que me haya gustado en mi vida. Pero, como dije antes, él significó mucho para mí.