Días tristes

No sé hace cuanto volvieron, pero de nuevo están aquí. Lo sé, lo siento a mi alrededor mientras escribo estas linea. La última vez que los sentí ya había hecho un viaje a lo más profundo de mis infiernos. No quiero viajar de nuevo. Recuerdo el llanto en las noches, el sentimiento de soledad, la duda del por qué y para qué existir.

Tengo miedo. Hay alguien más que está ahí y a la vez no. No lo sé. Pienso, no estoy loco es mi inconsciente que me juega una mala jugada, pero sé que no es así. Porque lo siento, porque mis lágrimas no salen sin razón aparente mientras escribo, porque el triste recuerdo de aquella partida no me deja vivir en paz y me estremece fuertemente el pecho.

Ya no me hablas, ya no me escuchas, ya no te escucho, ya no te hablo, pero aun así existes. Aun así no me dejas dormir. Aún lloro por ti porque te vas de mí para nunca volver sin viajar. Tú no lloras por mi porque nunca me voy. ¿Soy un absurdo? Quizá, mas si me voy nada sería igual. Si te vas, ya no sabría si las cosas seguirían iguales, ¿por qué? Creo que eres parte de mi. Si te quedas allí estoy. Si te vas, ya no estaré, no más.

Estoy loco, te digo. Lo sé, me dices. Pareciese como si te hubieses acostumbrado a mí, a mis frases sin sentido, a mi carácter sumamente voluble, a mi locura. Le hablo al aire diciéndole que te quiero, que te cuides much.o Espero que lleve mi mensaje a tus oídos, pero estás lejos. No sé si oirás mi mensaje, aunque estoy completamente seguro que nunca me responderás.

Tengo que dormir, así no los oiré. Así tampoco te escucharé. ¿Despertaré? Es una pregunta difícil de sabes, pero si estoy seguro que me levantaré.