El poder de la ilusión

Mucha gente dice que la ilusión sembrada en un corazón es buena. Pues esta es como una magia que no solo nos alegra el corazón, sino que nos hace sentir esperanza. Sin embargo, ¿qué pasa cuando esta ilusión se vuelve en contra de nosotros?, ¿qué pasa cuando nos dejamos cegar por esta y no percibimos la verdad a nuestro alrededor?

Hace tiempo leí que los políticos algunos políticos hacían uso de esta, por ejemplo, cuando alentaban a las grandes masas oprimidas a tomar parte de las elecciones a favor de ellos con las promesas de una reforma que jamás llegaría. No obstante, en la mayoría de los casos, la ideología de estos partidos generaba una fuerte identidad negativa* la cual devenía en marchas sangrientas, confrontación de naciones y otros sucesos violentos con el fin de lograr la supremacía total. Puedo seguir nombrando miles de ejemplos que quizá puedan parecer ajenos a nosotros; sin embargo, el poder que tiene la ilusión en nuestras vidas es más común, en algunos casos más de lo que muchos pensamos.

Alguna vez yo, hasta no hace muchos meses, me interesé en un chico por el cual daba absolutamente todo. Al principio todo fue bien, pues me sentí correspondido y fue justamente eso lo que me impulso a cada vez dar más de mí con la esperanza de hacer crecer "esa magia" que yo veía realizada en la perfecta relación sentimental que nunca llegó. Este individuo con el que salí nunca supo el daño que me causó, pues creyó innecesario decirme que él, en verdad, no quería nada serio conmigo y que yo me iba a dar cuenta tarde o temprano. Su planteamiento fue correcto, ya que al final sí me di cuenta. Aunque, el no se percató de un pequeño detalle: todo lo que sufrí con el fin de buscar un sueño que nunca logré.

Cuantas veces hemos oído palabras de aliento hacia nosotros cuando nos hemos sentido cansados a mitad de camino con el fin de seguir adelante. Cuantas veces, también, hemos dado falsas esperanzas a algún ser querido que no se va a recuperar. Cuantas veces nos hemos engañado a nosotros mismos y no hemos querido ver la realidad ante nuestros ojos. Cuantas veces nos hemos aferrado a un pasado que solo no nos permite avanzar. Todo lo dicho anteriormente nos lleva a la pregunta, ¿qué hacer? La respuesta, creo que todos la saben, decir la verdad.

Decir la verdad no solo implica el hecho de decirla porque sí, sino aceptar tu realidad y saber que eres consciente de esta. Decir la verdad es, también, buscar métodos para decirla y generar una buena comunicación, pues mucha gente la hace dice sin pensar en el manera de reaccionar del otro cuando no debe ser así.

No es mi intención decir que la ilusión es mala, más bien lo que busco es hacer ver que el abuso de esta puede generar grandes problemas que no acaben en un buen final. Todo es bueno, pero en las dosis adecuadas. Uno tiene que aprender a modificar estas conforme a sus experiencias de vida para así ser mejores personas y crear mejores ambientes para vivir.

Indentidad Negativa: Sentido de pertenencia extrema hacia un conjunto de creencias y valores que percibe a las otras identidades como peligrosas, por lo que deben ser extintas.