domingo, 29 de enero de 2012

Vómito sentimental

Llevo más de quince minutos sin encontrar una manera precisa de empezar a narrar una historia que me pasó hace poco. A veces, me resulta muy frustrante no tener las palabras exactas en la boca (o la cabeza) para decir lo que lo quiero. Quizá sea una barrera inconsciente frente al desborde emocional que me pueda ocasionar, una especie de escudo frente a mi propio ello.

El suceso es simple. Hace una semana estaba husmeando mi cuenta de Manhunt cuando recibí un mensaje pidiéndome si quería tirar por parte de un tipo que alguna vez me gustó. Lo particular del caso: él no sabía que era yo. Ahí se jodió mi mente, cuando noté el último detalle. Le respondí de la manera como solo yo sé hacerlo, y él inmediatamente se conectó al msn para conversar. Hablamos poco. Le dije que si no le reconocía, no hubiera sido capaz de hablarme. Me respondió que sí. Estaba mudo. 

Era otra vez un chibolo imbécil que se entera que no es el único. Comencé a cuestionarme todo. Me pregunté desde por qué él estaba allí pidiendo sexo a gritos hasta que qué de malo había conmigo para que sea incapaz de pedirme para tirar una vez que sabía quién era. Me miraba las manos intentando buscar una respuesta en ellas. Le pregunté qué tenía de malo. Me dijo que yo era un complicado; que debía relajarme más; que le molestaba que mis palabras suenen a reclamo; que no estaba seguro de que me querría volver a ver alguna vez, y que me apreciaba por que le gustaba cómo escribía.

Me sentí muy estúpido. Eran las tres de la madrugada ,y yo permanecía despierto con los ojos rojos  y vidriosos solo para charlar con un sujeto que le importa poco si me vuelve a ver o no. Era una imagen muy patética. Entonces, mis ideas volaron, y aluciné a todos los chicos a los que se debió tirar mientras andábamos en salidas. Las escenas transcurrían rápidamente por mi cabeza, y no me jodía verlo follar, sino sus ojos. Esa mirada constante sin pestañear y casi sin expresión que lo caracteriza, porque así es como el piensa, así es cómo el mira a los demás, como cosas comunes. Nada lo sorprende.

Saqué como conclusión que yo debía haber sido otro común y me sentí más estúpido que al comienzo. Me acordé del estúpido karma,  y pensé que tenía que ser algo más.  ¡Acaso voy a tener que volver a pagar el karma de hace cuatro años?, ¡acaso no me bastó estar jodido seis meses por un tipo que me cagó el alma y el verano? Yo no soy una mala persona. No soy un puto por tener una cuenta en Manhunt. Puedo tenerla, husmear cincuenta perfiles en un día; pajearme viendo algunos, ¡es eso malo? ¿Qué daño le hago a otros haciendo eso? 

No soy un santo, pero tampoco soy una maquina sexual empeñada en fornicar todo el día. No tengo una gran vida sexual; ni flirteo cuando salgo a antros con mis amigos. Pero sí suelo fijarme en hombres así,  y acabo mal. Es ahí cuando recuerdo por qué tengo una cuenta en Manhunt. Porque estoy cansado de que me gusten patas que se tiran a Lima indiscriminadamente y tienen la conchudez de tratarme igual haciéndome creer lo contrario. Es muy cruel estar del otro lado. Ya no pienso llorar más. He desperdiciado muchas lágrimas cojudamente estos tres últimos años como para querer estar así lo que me resta.

Yo tengo veinte. No tengo la experiencia del mundo, y no sé bien cómo son todos. También, soy un poco loco;  imagino cosas que no necesariamente ocurren; no creo en la venganza, y soy idealista con las cosas que hago, pues siempre apunto a que todo me salga bien. 

¿Decir esto me liberó? No, fue un simple vómito sentimental. La enfermedad permanece ahí. No sé qué hacer con esto. Estoy cagado. Estoy cagado.

3 comentarios:

  1. y la historia se repite de ciudad en ciudad, al final el sexo es un arma de dos filos, habrá que saber usar el sexo antes que el sexo te use. Si no estas dispuesto a llevar a cabo las reglas, no "juegues", porque es una apuesta de todo o nada...

    saludos, un abrazo enorme!

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  2. Es complicado. El sexo sigue siendo un tema complicado quizá hoy más que antes. Foucault en su 'Histoire de la sexualité' escribía que lo idea era no pensar en la sexualidad como lo hacemos ahora (un resultado de nuestra sociedad y de la forma como nos hemos educado) sino en 'cuerpos y placeres' y punto.

    No sé qué más decirte. Aunque creo que no deberías hacerte problemas por alguien que no vale la pena.

    Un abrazo.

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  3. Didier Freitas: Creo que no soy bueno en los juegos de azar. Saludos!

    Arion: Sí, siempre me complico por las webas.

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