domingo, 29 de noviembre de 2009

Así es mi cara..

¿Estás molesto?, ¿estás bien?, ¿estás triste?, ¿estás con sueño?, ¿estás cansado?, ¿estás borracho?, ¿estás fumado?, ¿estás drogado?, ¿te pasa algo?, ¿por qué miras así?, ¿te han violado?, ¿por qué no sonríes? No, así es mi cara...

Sucede que estos últimos meses estas preguntas se han empezado a volver comunes debido, en gran parte, a la inexpresión de mi rostro. Esto me genera grandes problemas, pues la gente piensa que solamente estoy ahí por estar y que me llega al sexo todo lo que hacen. Quizá algunas veces sea cierto, pero no siempre es así. No siempre tuve esa expresión de hostigación y cansancio en rostro, hubo en la época en la que mi sonrisa era lo que más me caracterizaba.


Cuando tenía 6 años lo que más hacía era sonreír. Tengo muchas fotos de mí haciendo muecas a la cámara o sonriendo como loquito. Todo fue felicidad hasta que empecé la secundaria. Pasaron muchos años hasta que dejase de llorar cada día y de quejarme por estar en ese colegio y no en los rojos. Tiempo después volví a sonreír. Lo conocí, todo parecía que marchaba bien , pero me equivoqué. Luego, pasaron los meses, la soledad volvió y ahora ya no sonrio, porque si lo hago me siento muy hipócrita.
Ayer intentaba sonreír, mas no podía. No me salía. No es la primera vez que me pasa eso, ya son muchas veces que me sigue pasando la misma cosa, pero últimamente se ha acentuado más. ¿Volveré a sonreír como antes? No lo sé, quizá, yo creo que no...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Premios

Hace ya varios días recibí de parte de Josep y Hugo el "Premio a la Honestidad o Superar la Vergüenza". Este requiere:

1. Hacer Promoción al Blog que me lo dio.
2. Escribir 10 cosas honestas sobre mí.
3. Mandar saludos a la Madre de alguien.
4. Otorgarlo a 9 blogs.

1.- El primer blog, http://a-un-adolescente-gay.blogspot.com es escrito por Joseph, un padre de familia de dos hijos que nos cuenta en sus relatos partes de su relación vivida con L., así como otras cosas de interés en base a lo que el aprendido como experiencia. Su blog es interesante y bonito y la forma como los cuenta lo hace atractivo al momento de leer. El segundo, http://pensamientosdelotrolado.blogspot.com es escrito por Hugo y, si bien es un blog "joven", es entrenido y posee muy buenos cortos de temática gay para los que gustan de cine.

2.-

-Mi mejor amiga es la única que me llama Christian.
-Odio broncerme.
-Me gusta ir al cine, aunque voy poco.
-Siempre me propongo a practicar un deporte, pero nunca lo hago.
-No me llevo bien con mis viejos.
-Vivo en mi casa por obligación.
-Me gusta ser muy exigente conmigo y los demás.
-Cuando estoy triste lloro hasta que me duelan mis ojos.
-Más de una persona me ha dicho que miro con desdén a mi alrededor cuando camino.
-De niño quería ser un artista muy famoso.
-No me gusta la mentalidad de algunas personas de la PUCP.
-Soy muy travieso cuando estoy en la cama.
-Duermo sólo con boxer todos los días del año.
-Nunca me he visto como esclavo, sino como rey.
-Me gusta hacer labor social con niños y ancianos.
-Tengo paciencia con los niños.
-Cuando conozco a los novios de mi mejor amiga les digo que soy racista para ver cómo reaccionan.
-Cuando he estado apunto de tirar con un pata y este no me ha gustado le he cancelado haciéndole sentir verguenza.
-No creo que el fin justifique los medios.
-Me gusta dar vueltas sobre mi mismo y luego dejarme caer y ver todo borroso a mi alrededor.
-No creo que llegue a vender mi cuerpo alguna vez.
-Alguna vez hice "cositas" con mi primo.
-Amo el vodka.

3.- ¡Saludos señora C, tiene una hija muy jodida y linda!

4.- El que desea puede agregarlo.

ps, Lo siento si no he escrito nada antes, pero es que he andado sin ideas y la próxima semana son mis examenes finales. ¡Deseenme suerte!

lunes, 9 de noviembre de 2009

Ella

Ella era muy hábil para la cocina. Ella preparaba todos los viernes grandes Buffets para toda la familia. Ella era la responsable de los ataques de estrés de mi vieja. Ella gustaba de vernos sentados y riéndonos. Ella nunca me dejó ayudarla en al cocina, pues decía que mi lugar era con los niños.

Un día de verano te mudaste a mi casa. Yo estaba muy feliz, pero tú no lo estabas del todo. Con el correr de los días te acostumbraste. Siempre fuiste buena al momento de enfrentar situaciones nuevas. Siempre admiré tu fuerza y sensibilidad. Me enseñaste que el trabajo dignifica al hombre y uno deja de ser humano el día que deja de amar o empieza a odiar. "Lo importante no es solo ser feliz, porque eso es simple, sino aprender a compartirla". Parece que todos hubiesen olvidado tus palabras, tus bromas, tus comentarios de doble sentido. ¿Recuerdas cuando nos fuimos a visitar a D y me dijiste que el nombre de su hijo era de perro? Fue muy gracioso. Siempre te gustó hacer ese tipo de comentarios sin temor a esperar una respuesta. Nunca te quedaste callada, siempre decías lo que pensabas, pero "con tino". "Uno siempre debe aprender a respetar y a hacer bromas de los demás sin agredirlas".

Todo era tan simple en ese entonces. Yo llegaba del colegio. Tú me recibías con mi Nana y llamabas a Ro... para que viniese a servirme el almuerzo. Era un placer almorzar contigo y ellas. No había almuerzo en el cual no hablásemos de algo relacionado con sexo o familiares. Yo me burlaba de todo y tú me tirabas el tenedor por encima de la cabeza cuando exageraba. Algunas veces me caía, otras no. Luego de hacer mis tareas, en la noche, me iba a tu cuarto a ver televisión. Tú estabas viendo tu misa y yo le cambiaba a "ese canal donde solo pasan calatas". Algunas madrugadas me iba a tu cuarto a dormir contigo, otras no.

Recuerdo que cuando me golpeaban por salir mal en matemáticas eras tú la que lloraba. Yo no lo hacía, pero verte llorar me ponía triste. Me dijiste que "el resentimiento no conlleva a nada positivo". "Es como un bichito que te impide crecer". Siempre me dijiste que me ezforzara para ser grande, pues que estaba destinado al éxito. A ti te gustaban mis dibujos, esculturas, canciones, cartas, acrósticos y demás. Creías que quizá sería artista, cura, escritor o algo parecido. Nunca me pediste nada, salvo ser feliz y sonreír. Claro,"siempre uno debe ser feliz sin pisar otro, ¿por qué? Así te joden menos"

Hace ya varios mases que no estás. Qué poco sonrío en comparación a esos tiempos. Cómo se acaba en mí la felicidad al llegar almorzar. ¿Estás en buen lugar? No lo sé. Sólo sé que donde sea que estes tu sonrisa de mi mente nunca se irá.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Estrés

Estrés es....

-Vomitar luego de comer.
-Romper tus lentes por error.
-No tener cigarros.
-Ser, a veces, muy perfeccionista.
-No hacer nada.
-No tener de qué estresarse.
-Ver a la gente relajada.

YO SOY ESTRESADO Y MORIRÉ ASÍ, CREO.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Noche de luna

Hoy luego de muchos días volví a ver la luna y me acordé de esa vez. Recordé el deseo incumplido, las esperanzas rotas, el abrazo y el beso que no me los diste por miedo. Recordé la noche clara, la estrella, el mar, la arena en nuestros pies, la botella de ron casi vacía y las otras dos de cerveza a medio tomar. Recordé tu cabello desordenado jugando al viento y tu polo morado (inigualable). Recordé el vestido negro que se mojó, el short y el polito que, también, se mojaron y el desgano de ella. Recordé los vasos de plástico tirados en la arena frente a nosotros con las esperanzas puestas en que no solo se llenen de arena y ron, sino de algo más.


¿Te acuerdas de tus ganas constantes de ir al baño? Yo te acompañaba. No solo lo hacía para ayudarte mientras caminabas, sino también para estirar mi brazo encima de tu hombro, abrazarte, y así poder tener tu cuerpo más cerca al mio. No recuerdo cuantas veces nos fuimos a orinar. No recuerdo cuántas veces ella lo menciono con melancolía. Solo me gustaba estar así y poder susurrarte, no sé si de forma discreta, cosas bonitas al oído mientras ella se acababa el poco ron que quedaba. Esa noche me quisiste ver inconsciente, pero no lo lograste. Te molestaste. Te jodía el hecho que, a pesar de que no tenía la costumbre de tomar y después de todo el trago que me había dado, siguiera igual o más consiente que tú. Fue la noche donde descubrí como llenar el vacío con humo. Fue la noche donde descubrí a mi futuro a aliado.


Su canto de sirenas nos siguió hasta tu casa, tus quejidos también. Llegamos a tu cuarto, la cama nos esperaba y yo ansiaba poder recostarme allí para abrazarte y hacer del tiempo infinito. Tú cerraste la puerta. Cuando me recosté en tu cama te pedí permiso para poder dormir en boxer. Tú me lo diste y yo fielmente cumplí con mi petición. Me eché, te recostaste a mi lado. Sentí el paraíso sin estar allí. Te abracé, me abrazaste y luego te safaste. Luego te empecé hablar, pero te quedaste dormido rápidamente por todo lo que habías tomado y porque siempre me dejas de prestar atención cuando te hablo. Te moví el cuerpo hacia la pared, te abracé, pero tú no hacías nada. Parecías tan drogado, tan frágil y fuerte a la vez.


A la mañana siguiente salió el sol en toda su gloria. Yo te abracé, pero tú te safaste. Intente abrazarte por una segunda vez, pero te tiraste al colchón que estaba en suelo para no hacerlo. Quise darte un beso, pero tú me creíste loco, nos podían ver. Luego despertaste, te dije lo mucho que te quería, mas tú me miraste con cara de extrañado. Te pedí un beso y me lo diste, pero no salió de ti. Mi sueño de día de verano se volvía pesadilla y tú seguías hablando como si nada hubiese pasado, como si nuestras palabras hubiesen sido nada, como si esas palabras hubiesen sido brisa que se las lleva el mar.


Llegué a Lima con la esperanza de un nuevo inicio. Luego de unos días supe que te vería más seguido ahora que estudiases allí. Te esperé y acompañé a tu casa cada vez que pude hacerlo. Al inicio te pedí un beso y un abrazo, pero tú me creíste loco, que lo que yo te decía era muy descabellado. Yo te hablaba poco, no quería aburriste con mis cosas de actuación que nunca te interesaron del todo. Sin embargo, yo siempre te escuchaba. Te escuchaba hablar de tus salidas, de tu universidad, de tus cursos, de él, de tus ex, de sus problemas, de lo descepcionado que te hacía sentir la actitud de algunos de ellos. Yo sabía que te veías con él, aunque nunca te dije nada. Luego, me contaron que tú le escribiste una carta como la que yo te hice a ti. Yo solamente te escuchaba y no trataba de poner una cara de incomodidad para que no te molestases conmigo. Yo escuchaba, también, de tu iphone al regresar a tu casa. Tú podías cantar, pero yo no. Odiabas que yo cantase.


Aquel sábado yo te llamé porque era una fecha especial para ti. Yo quise regalarte una bonita torta, pero tú me dijiste que no te gustaba comer torta. Ese día recibiste tres tortas por tu cumpleaños. Ese día te dije que estaría por tu casa, que podía ir a visitarte. Pero, tú me dijiste que no harías nada más por tu cumpleaños aparte de la reu que habías organizado y que luego te irías a descansar. Ese día algo en mí me hizo ir al mismo lugar donde te vi por primera vez. Tú estabas abrazado de otro y acompañado de él y Mel. Yo la saludé y tú solo atinaste a preguntarme qué hacía allí. No te respondí nada, no tenía palabras. Esa noche bailaste con todos menos conmigo. Esa noche no hubo abrazo, beso, te extraño, ¡hola!, hasta pronto, ¿como estás?, una frase de perdón, una mirada dulce. Esa noche te fuiste sin pronunciar palabra y diciéndome todo. Esa noche te lloré porque no entendía esta situación. No sabía mi error, nuestro error.


Al día siguiente parecía como si te hubiese dado Alzheimer, pues no recordabas nada del día anterior. Me escribiste diciéndome que estabas muy borracho y que no te sentías listo para estar con alguien. Yo te ofrecí, incondicionalmente, mi amistad. Tú la aceptaste sin rechistar. Te fuiste y no me volviste a hablar por un buen tiempo. Luego de dos meses me enteré que estuviste con novio. Supe que no era él, ya que él nunca quizo nada contigo. ¿Aún guardas el cuento que te di?, ¿lo leíste en su totalidad como me dijiste?, ¿qué hiciste con las cartas que te mandé? No lo sé, ni lo sabré. Espero que te vaya bien en tus cursos, que sonrías más que cuando te conocí. No te odio, no puedo odiar. Solo espero que si alguna vez lees esto sepas que fuiste para mí tinta en papel y no solo brisa en el mar.