viernes, 25 de mayo de 2012

El buen homosexual

Rarísima vez se define como gay. Es de perfil bajo, "caleta", profesional, independiente, varonil. Mantiene un relación estable con su familia y amigos. Solo los más cercanos conocen de su opción sexual, y no comprende bien por qué alguno sujetos se esfuerzan en la actualidad por hacerlo saber a quien se cruce en su camino. No tiene la necesidad de frecuentar sitios friendly para sentirse homosexual. Tampoco mira con compasión y dicha a los que sí lo hacen. Le parece que ahora es más "común", pero eso no va con él. Así  mismo, no tiene ningún problema con los maricas o los trans, pero no se junta con ellos, porque no le va "la pluma", ni verse expuesto de esa manera.

No reconoce una categoría tal como "Mal homosexual", pero sí es consciente que hay un grupo distinto de ellos, que algunas veces lo perjudica, y que está ahí, porque es difícil que no pase desapercibido.

Para unos, son todos los nuevos maricas que aparecen en los medios (o no), y que confunden a la sociedad haciendo creer que todos los homosexuales son una locas que solo asisten a lugares de ambiente para socializar; para otros, los afeminados, que no saben comportarse como "hombres"; para otros, los chibolos inseguros que no saben lo que quieren; para otros, los que hacen moda y se juran ragios; para otros, aquellos a los que el tener cuerpo de gym, ir a tal lugar, vivir en tal lugar, y ser de tal lugar los convierte en miembros de aquella comunidad discriminadora, comercial y, ciertas veces, estúpida.

Como resulta claro, no hay una definición clara sobre lo que es o no es ser un buen o mal homosexual. Hay una pluralidad de discursos que establecen muchas relaciones dicotómicas que sirven para elaborar un discurso de identidad propia. Lo homosexual, "caleta", profesional, varonil se opone a lo gay, "mediático/público", chibolo, afeminado.De la misma manera, el mantenimiento de una vida sexualidad dentro de la intimidad y lo no friendly se antepone a la visibilización, mediática o no, de la sexualidad y a ciertos espacios particulares (algunas veces denominados "de ambiente").

Dentro de la percepción del buen homosexual, no hay una compresión exacta  frente a los que "están" en su grupo, pero es capaz de entablar disimilitudes ante los que son distintos de ellos. Para él, hay conductas que son propias de los hombres, por eso no se entiende que haya gays femeninos. Menos visualiza la posibilidad de que "todos los grupos" puedan estar juntos. Tampoco busca establecer un punto de comunión con el otro, sino que, más bien, aclara las diferencias para no tener que ser comparado con ellos. Su identidad es una basada en presentación de diferencias y no en la aceptación de determinadas cualidades comunes.

¿Es aquel, pues, con el cual se sienten identificados las generaciones más jóvenes?, ¿es él el que, bajo una conducta de "tolerancia", es superior a otros?, ¿es él la representación de la conducta moral positiva para los gays?, ¿es este el perfil de un conformista, de un realista o de un hombre astuto?, ¿posee ese perfil el crítico del nuevo panorama social?, ¿quién es, al final, el buen homosexual?

miércoles, 9 de mayo de 2012

Sobre "Los abrazos rotos" y "Midnight in Paris"

Hace dos semanas vi la primera. Me enfermé. Salí sudando, luego de haber llorado no sé cuántos minutos en el pequeño cuartito, con unas ansias inexplicables por escribir. No es la primera vez que me ocurre. Ya me había pasado antes. De alguna manera, guardo tal conexión con ciertas películas, que una vez vistas, me invade la necesidad de escribir. Creo que es mi carga sentimental que me grita y pide ser expulsada. Pasan varios minutos para recuperarme de nuevo, y sentirme tranquilo.

Aquella vez, salí presuroso luego de verla, y me encontré con un amigo. No pude mirarlo a los ojos por más de un par de segundos en toda la conversación. Debo ser el mejor antipático social en tales situaciones. Mi mente viajaba, dispersa, se mezclaba; dibujaba varios rostros y lugares que recuerdo muy bien. Émpecé a criticarme, casi desmesuradamente, en silencio, lo poco que había escrito esos días; mi falta de lucha por seguir mi sueño; mi aplazamiento de lecturas; las dudas que invaden mi pensamiento antes de escribir, y otra cosas más. Vivía una implosión. Un par de cigarros y una caminata por una libreria alivió mi tensión. No volveré a verla por un tiempo.

***

Ayer, después de cierta insistencia, la segunda. No voy a negar que la película me gustó a nivel narrativo. Estaba muy bien contada, y varios diálogos me resultaban muy interesantes; no obstante, hubo varias cosas que no me gustaron. En primer lugar, la actuación de Bruni. Sé que se ve linda en pantalla, pero hubiera preferido verla muda. Después, no me agradó ver a Owen Wilson en el papel que tenía. Que hizo una buena actuación, no lo discuto, pero no me convenció él para ese papel. Tampoco me gustó la discusión final entre Gil e Inez, le faltó más fuerza a mi parecer. ¿Lo mejor de todo? Marion Cotillard como Adriana, Alison Pil como Zelda Fitzgerald y "Rinocerontes".

Tal película no me llevó a un suicidio moral interno como cuando vi la de Almodóvar, pero me hizo reflexionar mucho sobre las añoranzas que a veces guardamos con el pasado "mejor".  Para mi suerte, nunca he sentido ganas de volver atrás, siempre me he sentido cómodo con lo que me ha tocado vivir, aunque hay varias cosas que me disgustan, también. Quizá, pienso, algunos anhelan vovler atrás para experimentar y así reordenar ciertas cosas que son percibidas como un caos en la actualidad. Sea cual sea el caso, retroceder es imposible y adelantarse resulta improbable. Por ello, es mejor trabajar ahora y sobre las ideas que uno tiene, ya que hay más certezas sobre estas que sobre la misma realidad.

domingo, 6 de mayo de 2012

Gay friendly, but...

Ser homofóbico no es cool. Eso es claro. El gran problema es que muchos no adoptan tal etiqueta por parecer "menos liberales" o "modernos" frente a los demás. Varias personas ahora son "tolerantes" con el otro, pero, ¿qué implica serlo? En resumidas cuentas, tolerar es coexistir con otro individuo con quien no se comparte características casi a regañadientes. Así, muchos ahora se consideran gay-friendlys, pero tienen un límite.

Yo tengo varias amigas, y muchas me consideran su amigo gay favorito. Así mismo tengo amigos que ven peliculas porno en las que aparecen alguna pareja lésbica manteniendo sexo, pero, ¿qué pasa si las primeras ven a dos mujeres besándose, o si los segundos ven a dos hombres haciendo lo mismo o con las manos cruzadas? Se asquean. De alguna manera, desarrollan una especia de homofobia selectiva. Entonces, la chica ragia, puede tener amigos gays, pero una lesbiana "le da cositas", o él, chico cool, "todo bien con los gays", pero se aleja si ve a dos cabros besándose. Ni qué decir si alguno se cruza con un transexual en la calle.

Tolerar no es reconocer los derechos individuales del otro a manifestarse con naturalidad; es usar una careta para escapar de un problema y reservarlo para la intimidad, aun cuando esta se discuta en términos legales y estancias públicas. Aceptar al otro, por el contrario, demuestra aprobar la diferencia de sujetos en un mismo espacio, y el reconocimiento de derechos y facultades individuales como personas en su sentido más básico. Lamentablemente, esta tolerancia se ha generalizado a tal punto, que muchos la adoptan como algo normal cuando no es así.

Me resulta alucinante ver cómo varios amigos proclaman la equidad de derechos y oportunidades para los homosexuales, menos para las locas, trans., etc. Es increíble ver cómo la discriminación está presente, aunque de forma subrepticia, en las mentes de varias personas que estimo. Algunas veces, cuando me encuentro en tales situaciones, opto por guardar silencio y escuchar cada una de sus palabras; después,  exploto y despotrico todo lo que sé, otras me quedo callado y pienso: qué cagada.

Sin embargo, lo más peligroso e impresionante es saber cómo entre mismos homosexuales se discriminan por conductas, como si una acción o gesto pudiese definir un grado de gaycidad, por así decirlo. Hay caletas que discriminan locas; ragios que discriminan cholas; homosexuales hipsters que discriminan gay plásticos; hombres old school que discriminan bebitas; y la lista continúa. No hay peor homofóbico que un homosexual mismo. 

Ante tal situación, solo queda informarnos mejor frente al asunto y hablar, demostrar que no existen categorías más que las impuestas por el estado respaldado por ciertos grupos de poder, y que estas son, muchas veces, des-contextualizadas. Varias noches me pregunto qué podría hacer cambiar esta situación, y creo que lo mejor es hablar del asunto de cierta manera que pueda ser interesante y clara. Desde este pequeño rincón, hago un poco más, pero no es suficiente. 

En estos momentos, siento que me gustaría hacer más para informar mejor sobre tal asunto. Por ello, estoy en busca de ideas para desarrollar un proyecto que ayude a discutir, informar y desmitificar diversos asuntos sobre la cuestión gay en mi región. Todas las sugerencias serán bienvenidas. Finalmente, pero no por último, invito a mis lectores a conversar sobre esto con sus amigos, parejas, padres, hermanos, etc.; intercambiar opiniones; informarse más, y generar un pequeño cambio desde adentro.