jueves, 6 de octubre de 2016

Paradero Dolor


What thouh the radiance which was once so bright

Be now for ever taken from my sight,
     Though nothing can bring back the hour
Of splendor in the grass, of glory in the flower;
     We will grieve not, rather find
     Strenght in what remains behind;
     In the primal sympathy
     Which having been must ever be;
     In the soothing thoughts that spring
    Out of human suffering;
     In the faith that looks through death,
In years that bring the philosophic mind.
Wordsworth - 'Intimations of Inmortality from Recollecions from Early Childhood'

De pronto, el peso se alivia con los años. Y aquello que te ahoga te permite, más bien, salir a flote, sin rumbo, pero a flote.

El dolor se aprende a manejar con el tiempo. Quizá no lo parezca, pero sí. Todo transcurre y uno aprende a permanecer a flote sobre aquel mar de pensamientos que antes a uno lo ahogaban. No siempre es fácil, pero uno se relaciona mejor con el dolor.

Resulta extraño, pero la aproximación es diferente ahora que antes, y mañana será igual de diferente que hoy. De pronto, la tristeza se guarda y no corre tan desenfrenada por nuestros poros, por la mano,  a pesar de que duele. De pronto, hay la conciencia que uno no puede escapar de aquellas situaciones que nos pueden causar pena, y es este saber lo que nos permite una mejor comprensión de esa triste situación.

Me di cuenta en un viaje final, cuando ya no había más que pudiera ser, cuando ya había dicho aquello que dije y él me dijo lo que tenía que decir. Me di cuenta porque me sentía absurdamente desubicado y solo en un bus que no podía cargar una persona más, porque sabía que esta situación era el final de lo que pudo ser y que solo quedaba seguir, esperar el próximo paradero para bajar.

Quizá tragamos muchas lágrimas y por eso nos ahogamos tanto. Quizás es cierto, que el tiempo subsana las heridas, pero que, sobretodo, nos permite abrazar el dolor como un paradero más en la ruta de la vida.


PS. Cuando te quieres ahogar, escribe, y respira. Siempre respira.

lunes, 3 de octubre de 2016

Volver a andar



De nuevo, el vacío, la fatiga de no saber qué camino seguir. Algunos la llaman la crisis de los 25. La verdad es que parece que dura hasta los 30. No quiero ni imaginarlo.

Es como si todo se hubiera paralizado, como si te encontrases en el medio de la nada y no saber qué hacer, porque no hay nada que hacer, porque ya todo está hecho (?). De nuevo, el vacío. Tal vez, mejor dicho, el horror al vacío.

Todo comenzó hace unas semanas cuando estaba sentado en el micro camino a la chamba y me percaté que era otro día más. Sí, "otro día de chamba". Puede parecer estúpido, pero me sacudió terriblemente la conciencia de que era "otro día". En ese momento, me percaté de lo absurdamente rutinario de mi situación, del orden, del control, de este sueño que tengo que no avanza como quiero y se estanca, de mis planes.  En fin, de si soy feliz simplemente donde estoy.

Fue un pajazo mental terrible. Lo fue más porque no podía coger el libro que tenía entre manos y leer, porque una hija le contaba a su madre todo lo que quería hacer "de grande" en el sitio de lado y yo solo quería vomitarme de allí, salir expulsado al cielo y caer en paracaídas en medio del malecón.

Todo el trayecto no pude dejar de pensar en todos esos sueños rotos que dejamos tirados en algún paradero, una maqueta escolar construida con plastilina o un paper universitario. Fue terrible, angustiante, casi un ahogo emocional. Por suerte, el libro que tenía entre manos me sujetaba a la realidad de alguna forma. Era un zombie existencial que navegaba en la densidad de sus pensamientos. I'm having an existencial time crisis.

Lo peor es que con el transcurrir de los días los pajazos aumentan. Lo más trágico es que no eyaculo nada, solo me corro. Un incordio. Debería moverme, pero no tenga idea de hacia dónde. (Mal.) Hay situaciones, mejor dicho, circunstancias que me llenan de pánico, que me bloquean por instantes. (Muy mal.)

Hace poco hablé con Jojo de esto. Mi amigo quiere aprender a cortar el pelo para ganar dinero extra. Me parece fabuloso, práctico, canalizador. Me ha sugerido que busque otros planes, que vea otras cosas, que piense en qué tareas básicas soy bueno. Él hizo un viaje muy importante antes de cumplir 25. Pienso, quizá, que tal vez de moverme hacia otro lado, vivir en la quinta dimensión o en otra casa al menos, dejar todo y arrancar de cero.

Ahora, todo esto es angustiante, pero tampoco me aloca tanto. Trágico, pero sin llegar a ser un armagedon. Es una situación  bastante jodida, pero que no me jode completamente. Madurez le llaman. Quizá por eso me detengo y me siento a escribir. Pause. No es que sienta que vaya a ganar algo de esto, pero sé que es lo mejor que puedo hacer en este momento. Yo soy yo y mi circunstancia. De nuevo, Ortega y Gasset. Imposible huir de la circunstancia, pero también imposible estar completamente supeditaba a ella sin ser. Quizá por eso escribir esto sea lo mejor. No me ordena, pero me ocupa.

Ábrete Max.  No así, cabro. Sí me entiendes. (¿NO?)

Lo sé, te entiendo. Aunque también lo estoy.

Jajajaja, idiota.

Un poco. Te quiero. Ya veré qué hago. Debo moverme.

Sí, piensa en el checo hijo de perra que me hizo comenzar de cero mi tesis de maestría.

Sí...

Bueno, le mandaré un correo.  Espero me responda.

PS. Ya respondió el correo. Tenemos una cita esta semana para retomar la tesis
.