miércoles, 27 de enero de 2010

Agresión

Hoy conversaba con una amiga confundida y molesta por un problema de agresión en su familia ,y no puedo evitar no sentirme preocupado por ella. Tengo que ayudarla, pero no sé bien cómo. Espero que lo que escriba le sirva de ayuda y le ayude a reflexionar sobre la situación que atraviesa para que así sepa qué desición tomar.

Yo no sé si alguna vez lo dije, pero a mí mis viejos, y a veces mis hermanas, me pegaban de niño a veces por diversas razones. Porque no comprendía bien las matemáticas. Porque no tenía las más altas calificaciones en el colegio. Porque era un gasto de plata. Porque tuve mejores oportunidades que mis hermanas, etc. Ahora sé que está mal lo que hacían. Me tardé años, aunque suene increíble, en creermelo. Ahora sé que pude haber evitado muchas cosas, pero que no tube un apoyo para hacerlo, porque era niño. Recuerdo que buscaba refugio en mi mejor amiga, pero ella vivía una situación parecida a la mia hasta que con el tiempo decidió enfrentarla con sus propias manos. Siempre he valorado su fuerza, así como ella mi sensibilidad. Somos muy distintos y semejantes a la vez.

Como comprenderán, todo eso dejó en mi cultura de no violencia. Puede sonar estúpido o no, pero siempre me ha dado miedo pelearme con alguien. Ver sangre o escuchar un grito de dolor. Quizá por eso muero de miedo cuando veo alguna película de terror y se me eriza la piel. Las heridas cicatrizan, pero el recuerdo es algo que nunca se va. En mí no. Yo no puedo ver un niño gritar de dolor, me enloquece, enerva y me deja sin reacción.

Me pregunto cómo hubiera sido si yo no hubiese permito esta situación. Supongo que no estaría acá escribiendo un post sobre esto o quizá sí. No lo sé. Sólo sé que hay cosas que no se pueden tolerar como la agresión en cualquiera de sus formas.

martes, 26 de enero de 2010

Gymmmfff

Yo no estoy seguro de cuántos gays habrá en los otros gimansios de Miraflores o de Lima, pero de lo que sí estoy seguro es que el mio es Él point de la mayoría de ellos. Las primeras veces que fui me pareció todo de lo más heterosexual y tranquilo; sin embargo, conforme pasaron los días me di cuenta de que había algunas cositas no tan comunes, por así decirlo. ¿En qué gimnasio dos "machazos" se ponen a hablar de una discoteca gay de lo más relajados? ¿En qué gimnasio el chico que se baña en la ducha del frente deja a propósito la Cortina abierta para que veas cómo se menea el rabo mientras se ducha? ¿En qué gimnasio te encuentras con dos bloggers, también gays? ¿En qué gimnasio, antes de matricularte, su consultora te dice que si eres gay tienes mucha suerte de matricularte allí? Aparte del mio, no sé cual más.

Sé que mi gimnasio no es el único donde hay una gran concentración de gays, pero es que algunos se pasan de maricas. Yo no soy el prototipo de macho español, ni tengo la voz gruesa o los gestos fuertes. A decir verdad, soy delgado, coqueto, con voz aguda, medio delicado en mi actuar y no por eso me siento menos hombre que los demás. El punto es que hay una diferencia entre ser delicado y ser loca. Yo, sinceramente, no puedo entender cómo hay hombres que utilizan unos shorts de lo más pequeñísimos. Como si con eso uno les fuera a prestar más atención de los chicos lindos. Tampoco entiendo esa afanación que tienen algunos con el cuidado excesivo sobre su piel. Yo me protejo del sol porque tengo la piel sensible, pero una cosa es protegerte contra algo que te hace daño y otra muy distinta usar cremas hasta para tener el culo firme creo.

Yo no sé cuál será el futuro de los gimansios en mi localidad, pero no me cuesta mucho pensar que tarde o temprano habrá uno exclusivamente para gays. De eso no hay pierde. La gran mayoría de homosexuales que he conocido han asistido a uno. Todos quieren lucir bien esos pectorales, piernas y sacar culo hasta de no sé dónde. Esto con el fin de "verse bien". Y es que como leí una vez: "El gimnasio es la iglesia de los gays".

domingo, 24 de enero de 2010

¡Para hacer bien el amor hay que venir al sur?

Para hacer bien el amor hay que venir al sur,
para hacer bien el amor iré donde estas tú.
¡Sin amantes!, ¿quién se puede consolar?
¡Sin amantes!, ¡esta vida es infernal!


Para hacer bien el amor hay que venir al sur.
Lo importante es que lo hagas con quien quieras tú...
Y si te deja no lo pienses más....
Búscate otro más bueno, ¡vuélvete a enamorar!

Rafaella Carrá


Es mi intención desmentir a Rafaella cuando digo que no se necesita de ir al sur para tener un buen polvo. Ahora bien, es cierto que algunos la pueden pasas mejor que otros, pero esto no quiere decir que siempre sea así. Según mi experiencia, es más fácil conseguirte un punto aquí en Lima que en en el sur. Además, las pocas veces que me ido al sur con el fin de hacer travesuras no he encontrado nada bueno y todo ha sido "normal".

Dicen que ver chicos con ropas de baño sexys y cuerpos formados ahora en verano es algo que llama la atención , pero la verdad es que eso ya ni hace que se me pare un poquito. También he escuchado que el clima de esta época alborota las hormonas de la pasión y despierta el libido, pero a mí no. Sudar de calor y de sexo a la vez NO es sexy. Así mismo, no imagino lo incómodo que debe ser hacerlo en la arena mientras la piel te raspa. Eso no va conmigo.

Por otro lado, estar en el sur puede ser demasiado aburrido. Ya sea porque no tienes Papa Jhons a 15 minutos de tu casa, no estás cerca a ese supermercado que vende la fruta que a ti te gusta o porque no hay la tienda de ropa que tú esperas encontrar, etc, la vida en el sur apesta. Yo soy un citadino de primera. Amo mi ciudad y me parece asqueroso, tal y como se lee, salir de esta para tener que divertirme, a menos que sea otra ciudad grande.

sábado, 23 de enero de 2010

Gagamanía

Yo no sé de modas internacionales o nacionales, pero de lo que sí estoy seguro es que Lady Gaga es una de mis favoritas pop stars del momento y de mis amigos también. Sus videos son increibles, extravagantes, rompen con las barreras de lo convencional y es eso lo que, según mi parecer, la hace tan atractica. Así msimo, su actitud frente a diversos temas de caracter social como el apoyo brindado en el Gay Pride Prade Washington D.C., en sus campañas de Safe Sex y ahora último a Haití, entre otros, hacen de ella todo un personaje digno de admirar.

La primera vez que la oí fue hace 1 año o más, cuando salió su primer video Just Dance. Recuedo que lo que más me atrajo del video fue el hecho de que se asemejaba mucho a la realidad que alguna vez viví con un grupo de buenos amigos. Luego de su primera aparición por MTV, la he seguido en toda su trayectoria musical y no dejo de convencerme de que es una artista con un futuro prometedor.

Sé que algunos pensarán que es muy dramática y exagerada al momento de vestir o desenvolverse, pero a mí me parece genial. En este blog sufrimos de Gagamanía.

domingo, 17 de enero de 2010

Permisos

Es una completa desgracia para mí pedir permiso. Quizá para muchos también lo sea, así como debe existir otros para quienes es lo más sencillo del mundo. Pero, en mi caso, es la discusión de cada sábado en la tarde.

Mis papas no me dan permiso para: dormir en la casa de mis amigas y amigos, irme de camping por más de dos días, salir más de un día a la semana, regresar "tarde" a casa, caminar hasta altas horas por el malecón, etc. Para algunos es más que suficiente que solo salga un maldito sábado a la semana por un número limitado de 7 horas, de las cuales 2 me las paso en el taxy, pero para mí no. Para mí es una cárcel, todos sinónimo parecido, estar en mi casa sin ver a algún conocido. Me hostiga, enferma, estresa, molesta llegar a mi casa un viernes y saber que no hay permiso "porque ya salí".

Mis papas creen que voy a acabar drogado y botado por una esquina, o que me voy a volver hippie, o que me voy a volver homosexual. Lo sé, es el colmo, pero así piensan ellos. Sin embargo, no saben que yo soy otra persona. Ellos no pueden dormir cuando salgo. Yo no puedo salir si ellos no pueden dormir. Yo no hago berrinches si no me dejan salir, me parece estúpido. No obstante, mi acto de queja es pasarme todo el día frente a la laptop dejando al mundo que se joda mientras yo "vivo" mi vida. Sí, a mí me importa si el mundo sufre de pandemias, crisis , etc. ¿Por qué? Porque no me afecta en nada y porque eso no va a hacer que mis papas se ablanden y me den más permiso.

La pregunta mágica: ¿De qué te sirve eso?

Me llega al pincho cuando la gente me pregunta para qué. ¿Para que vas a salir con ellos?, ¿para qué vas a caminar tan tarde?, ¿para qué ir al gimnasio?, ¿para qué vas a ir allí?, ¿para qué esto ?,
¿para qué el otro? ¡Para mis pelotas!, ¡coño! La gente es estúpida o no sé qué, pero la pregunta de respuesta es: ¡A ti qué te importa? Díganme que peco de majadero, me vale poco, porque si hago algo es por una razón y si no la digo es porque no quiero. ¿Tan difícil de entender es?

Es como cuando mis viejos me preguntan al momento de salir, ¿de qué te sirve eso? ¿Cómo que de qué me sirve eso! Me sirve para no renegar con la vida, generar endorfinas en mi organismo y ser feliz y no, no me importa si me gasto 30 soles en pasajes y cigarros, porque para eso ahorro. Me sirve para saber que no tengo problemas de casa y para despejar mi mente de toda esta cosa que me hostiga. Me sirve para soñar, por una fracción de minuto, que no vivo en su casa y que no tengo que volver allí. ¡Me sirve para mucho!

Yo envidio la mayoría, casi todos, mis amigos en cuanto sus permisos. Envidio que ellos pueden decir lo que van a hacer de una manera tranquila y todo tranquilo. Yo no puedo hacer eso, porque mis relaciones familiares apestan y yo ya no pienso hacer nada, salvo ver por mí, ¿que soy tacaño? Pues sí, lo soy, porque nunca pienso llevar a alguien a mi casa. Me basta y sobra con que mi mejor amiga la conozca. Me basta con mis problemas y mi carácter irresoluble que me juega pésimas jugadas.

lunes, 11 de enero de 2010

.pe

Hoy mientras andaba en la rica combi rumbo al gimnasio me acordé de las nuevas políticas de google sobre los blog gays. Quizá mucha gente que no tiene costumbre de leer blogs sabe, pero la verdad es que últimamente pareciera que hay una campaña de google para cerrar los blogs homosexuales. Esto me hizo pensar, ¿qué sucedería si google llega a cerrar mi blog?, ¿cuantas entradas tan valiosas perdería?, ¿qué pasaría con la gente que me sigue?... Estas y otras preguntas empezaron a rondar mi cerebro. Debido a eso, es que creo conveniente dejar de existir como www.palabraslibresymas.blogspot.com y pasar a www.palabraslibresymas.pe .

Así mismo, quiero introducir nuevos cambios que ya llevo pensado desde hace un par de meses en el blog como la presentación de segmentos dentro del blog como "conversando con papita", "para pensar...", entre otros. También me gustaría crear una manera de tener más contacto con mis seguidores, etc. En este momento me encuentro explotando en ideas, pero no quiero entrar en más detalles sino hasta que me encuentre avanzando oficialmente en el proyecto.

Palabras libres y más no va a perder su escencia como blog de un chico de adolescente, medio deprimido, que escribe. Todo lo contrario, va a evolucionar y crecer en una nueva manera que espero les guste a todos.

domingo, 10 de enero de 2010

Solo sonreír...

La primera vez que hablé sobre la importancia de la risa fue cuando estaba en primero de secundaria. Recuerdo que casi todos en mi salón se rieron de mí y que me sentí un poco más estúpido de lo normal. En esas ocasiones, solía sonreír para aminorar mis nervios, pero no me salio. Hoy, más de seis años después, también intenté sonreír para estar más tranquilo; sin embargo, no pude hacerlo al final.

Mi nana me enseñó desde muy pequeño que por incómodo que resultase una situación uno debe sonreír, ya que "siempre hay alguien que busca tu sonrisa". De niño sonreía por todo. Sonreía porque despertaba cada mañana, porque tenía fuerzas para jugar y porque me iba a acostar bien. Sonreía porque el cielo era gris, porque amanecía , y hasta porque se ocultaba el sol. Sonreía porque me gustaba ver las sonrisas en rostros ajenos, porque creía que mis amigos de ese entonces iban a estar conmigo toda la vida y porque no me gustaba que los demás me vean triste.

Siempre he creído que la gente adulta no sonríe mucho a menos que sea justificado por algo ajenos a ellos. Son estúpidos, o al menos la gran mayoría. No saben que no necesariamente debe existir una razón extrínseca para sonreír. Yo no suelo sonreír. A decir verdad, sólo sonrío cuando me siento feliz, seguro o estoy con alguien que me gusta. Yo me río de mí, de mis tropiezos al caminar y de las tonterías que digo a propósito. Algunas veces logro sacar una sonrisa ajena, otras no.

Esta es la razón por la cual siempre me ves sonreír, porque trato de burlarme de mí mismo para sopesar la realidad que tengo que vivir. Puedo sonreír y tener los ojos vidriosos a la vez, pero no porque quiera, sino porque quiero que sonrías conmigo. Puedo sonreír cuando las cosas no van bien conmigo para no preocuparte. Puedo sonreír para calmar mis nervios, pero nunca te daré la razón de estos. Nunca te diré: me siento incómodo, ¿por qué te vas así nomás?, ¿por qué haces esto o el otro? No. Yo no soy como el resto de chicos. Yo simplemente me limitaré a sonreír de esa forma un tanto coqueta y estúpida que me caracteriza, te miraré a los ojos ,y haré como si nada pasara.

Sabrás, al acabar de leer esto, que quizá no la pasé tan bien. Y digo "quizá", porque en verdad nunca sabrás lo que pasó por mi mente y corazón en ese momento mientras me quedaba en silencio a tu costado fumando el último cigarrillo. No pienses que soy un hipócrita, pero esa es mi manera de actuar. Sabes que si alguna vez me preguntas, ¿estás bien?, yo te diré, sí, sí lo estoy; aunque por dentro esté mal. ¿Por qué? Ya debes saber la respuesta. Y no, no te pido que si alguna ves presientes ese sentimiento en mí me digas que no es así y que hablé, porque no lo voy a hacer. Sólo sonríeme con alegría y todo cambiará.

sábado, 2 de enero de 2010

Seguir...

Hace no muchos días aclaré con D muchas dudas y hemos decidido quedar como amigos. Debo admitir que fue un poco incómodo para mí la ocasión cómo se dio; no obstante, estoy agradecido de que sucediese a tiempo correcto. No me encuentro muy bien que digamos, pero sé que estaré mejor. Después de reflexionar sobre todo lo que había pasado me preguntaba qué debo hacer: ¿seguir o empezar de nuevo?

Supongo que la respuesta más lógica sería empezar de nuevo, dejar el pasado atrás y "volver a ilusionarte". Esto supone conocer gente, salir más y adquirir más experiencias. Sin embargo, sucede que cuando hacemos esto y nos volvemos a enfrentar a una situación que antes nos causó una molestia simplemente la dejamos pasar y "volvemos a empezar" una y otra vez. No digo que esto no se pueda hacer, aunque no creo que sea la mejor manera.

Yo creo que uno debe, más bien seguir con su vida sin dejar "olvidado" aquel suceso que le disgusto en el pasado, ¿por qué? Porque en la vida muchas veces volvemos a enfrentarnos a los mismo problemas una y otra vez, ya sea de diversas formas, y lo mejor es actuar conforme a lo "aprendido". Dicho esto, uno tiene que aprender a aprender. Uno tiene que saber verdaderamente aprovechar la lección y aprender a interiorizarla en caso de que se encuentre con una situación parecida más adelante para así aplicarla.

Puede ser que nos equivoquemos muchas veces, pero si uno aplica lo aprendido, uno tiene una gran oportunidad de que salga mejor de esa situación.