El origen

Escribo desde que tengo uso de razón. Me gusta hacerlo, a pesar de que mi letra sea más indescifrable que un cuadro cubista de Picasso. Sin embargo, esto jamás fue un impedimento. Yo me sentía motivado  gracias a mi nanny, quien se sentaba a escuchar mis rimas, aunque bien monces, pero "monitas", como dice ella. Luego,  con la llegada de la computadora, me sentí en el cielo. Por fin todos iba a poder entender "los dibujos", porque así la llamaban, que estaban en el Sketch Book.

Cuando crecí, lo cambié por las cartulinas y los cuadernos Stanford cuadriculados A4 con hojas Super White tipo escolar. Odié cada minuto que estuve obligado a hacer un maldito dictado de palabras mis primeros años de colegio. Allí, y aún ahora en la universidad, muchos profesores sufrieron para entender mi caligrafía, que más parecía un mezcla de jeroglíficos indescifrables que la letra de un humano. Una vez, en quinto grado, mi linda Miss Patty, me obligó a transcribir TODO lo que había hecho los tres bimestres pasados en un nuevo cuaderno a fin de año. Creo que nunca me ha dolido tanto mi mano como aquella vez.

En los últimos años,  llevaba conmigo mi "Cuaderno Rojo" donde escribía todo lo que se me antojaba. Había leído en tercero de media el diario de Anna Frank, y luego de llorar peor que magdalena, decidí utilizar mi cuaderno de Psicología como cuaderno de notas. Allí plasmé mis rimas, mis poemas de #PobreDiablaEnamorada, mis cartas a Ellas, a Ellos, mis pensamientos, mi vida en general. Todo marchaba bien; sin embargo, a finales del 2007, fui espectador del robo de la agenda de una amiga. La pobre quedó destrozada, yo traumado.

Desde aquel entonces, no pasaba noche sin pensar que pasaría si perdiese mi Cuaderno Rojo. ¿Qué pasaría  con todo lo escrito esos años? No podía seguir así. Un día, curioseando en la web, caí en el blog de "La habitación de Henry Spencer". El contenido no me había gustado mucho, pero la idea me parecía genial. El pata podía escribir, o hacer, lo que le venga en gana con su .com, y nadie le decía nada. Supe entonces que quería tener una como él para hablar de mi mundo, mis experiencias, y ver qué opinaba la gente. Claro, era un chiquillo iluso que creía que tener un blog es más fácil que correrse la paja, y ya. Terrible fue mi sorpresa al ver lo complicado del asunto.

Nunca he sido bueno diseñando webs, ni tenía, ni tengo el interés de aprender a profundidad sobre diseñar una. Por eso, me puse a explorar en internet dónde podría crearme una fácil, y di con Bloguer. Para mí, fue, y es, una maravilla. Todo es super fácil, y manejable. 

En un inició, intenté hacer posts sobre lo que veía en Lima. Suena estúpido, pero era novato, y no tenía muchos temas para escribir. Luego, seguí haciéndolo, pero con pasajes de mi vida. Después de unos meses, y casi sin darme cuenta, había caído en cuenta que esto parecía más un Agendiario que lo que me había propuesto en un inicio. Por ello, decidí darme un tiempo, y reorientar el blog. Ahora, en pleno 2010, estoy con la loca idea de grabar conversaciones sobre diversos topics con algunos amigos. "Conversaciones típicas para gente atípica", sería la base de estas grabaciones.  

Espero que lo pueda lograr, aunque tengo algunos inconvenientes. Por ejemplo, no tengo una video-cámara, no sé editar videos, ni tengo una locación fija para grabar los eventos, entre otras cosas. Me gustaría poder lograrlo lo más pronto posible. Estoy seguro de que sí puede.

 Noviembre de 2010

Deseché la idea del videoblog porque, al final, me resultó un total incordio. También eliminé los videos porque eran demasiado malos, y descubrí que detestaba editar. No puedo creer que haya escrito algunas cosas... Súbitamente, me envuelve un halo de vergüenza sanisidrina. Como sea, uno aprende a no cagarla (tanto).

Noviembre de 2015