jueves, 25 de febrero de 2010

Maxxienieves y los 3 punticos I

Hace mucho tiempo, en Arco Iris Town, en las tierras de Gayland, vivía un príncipe de cabellos ondeados y castaños llamado Maxxienieves. Su cuerpo era alto y delgado como un alfiler, su piel blanca como el papel, y sus ojos amarillos como el sol. Él habitaba en una gran palacio de cristal junto a sus sirvientes Valetodinos y su querida madre Yekacienta, quién había perdido a su pareja hace mucho en un duelo con Vizcondelmort, rey de Putiland. El príncipe tenía bajo su posesión un objeto de mucho valor llamado "El Consolatorium". Este era un báculo de poder hecho del más fino metal que jamás haya existido y en una de sus puntas tenía una esfera de marmol que decía AYR; es decir, el lema del reino: Ay, qué ricow. La importancia de que este objeto permaneciera en tenencia de Maxxinieves era sumamente grande, ya que sin él no hubiese existido el equilibrio emocional en Gayland y todos sus habitantes habrían vivido Drama Queens todos los días de su existencia. Así mismo, otorgaba la facultad de controlar a todo ser vivo dentro de las tierras del reino al poseedor. Sin embargo, había alguien que ansiaba el consolatorium con el fin de tener más poder: La Putisima del Oriente.

Esta bruja vivía en la montaña más alta y fría del mundo a las afueras de Gayland, Bitchland, donde la sonrisa de hasta los más sonrientes era capaz de extinguirse y la promiscuidad rondaba en el aire. Ella, que antes había sido una sirventa Valetodina, siempre quizo ser princesa de aquel bello lugar. Por eso, todas las noches le imploraba a la diosa Perrisa para que pudiese cumplirle su deseo. Así fue que la diosa habiendo oído sus suplicas la sedujo al ritmo de Aquarin para que escapara del palacio y se fuera a Bitchland para lograr convertirse en reina. Sin embargo, lo que la diosa deseaba de verdad era tomar forma humana, por lo que intento de forma fallida apoderarse del cuerpo de la joven, ya que la diosa Orgasmisima le envió un Orgasmillo desde Placerise, la tierra de los dioses, para que reaccionara y logre huir. Asustada, volvió al palacio, pero nadie le creyó porque su rostro había quedado más desfigurado de lo normal. Por ello, maldijo a todos los habitantes del reino y prometió que volvería para retomar venganza sobre el derecho que según ella merecía.

Todos convivían en armonía en Gayland y trataban de no tener contacto con otros reinos; no obstante, el día de cumpleaños número 40 de Yekacienta, Vizcondelmort le envió a la reina un Mensajillo Pajillero con un Ave Latex en la cual expresaba su terrible desespereación por ser perdonado en persona por ella misma. Aunque a Maxxienieves no le pareció una buena idea, su madre, que era considerada la mujer más pura y buena de aquel lugar, invitó al rey de tierras lejanas al palacio a un baile real para que concedirle el perdón sagrado. La noche de la fiesta, Yekacienta no sólo aceptó las disculpas del rey de Putiland, sino que aceptó su invitación para visitarle a su palacio con frecuencia para discutir sobre un tema de vital importancia que era cómo convencer a la princesa Rupertinina, dueña del bosque de los Sementaris, que les obsequie una semilla. Ella era la gobernadora de las tierras de Tracaland en donde abundaba aquellos arboles cuya sábila blanca se decía prolongaba la vida y daba una fuerza sin igual.
Con el paso de los meses, Yekacienta se casó con Vizncondelmort y le siguieron años prósperos a Gayland, pero un día la reina sufrió varias veces casos de histeria y depresión, algo no estaba bien. Maxxienieves, al enterarse de la situación, galopó su celeste corcel hasta llegar a las ruinas de Smallfoot, al pie de las montañas Legendark y cerca al límite con Tracaland, donde consultó a los más grandes sabios la tierra, Los Pequeñosos, qué ocurría con su madre. Su respuesta fue la siguiente:
"La reina poseída está
de una mal trago que a ella alguien le da.
Es alguien que con ella se encuentra.
Ha de perecer si su corona no se va.
De tierras lejanas, ha venido,
como un perro caído.
Su cara está desfigurándose,
más su poder se halla acrementándose.
Echarlo de Gayland debes,
o si no será tarde Maxxienives.
Vizcondelmort, el nombre del mal es.
A Arco Iris Town tienes que volver de una buena vez."
Él príncipe había intuido que lago malo iba a pasar con la llegada del rey de Putiland, pero nunca tanto. Inmedeiatamente, se puso en marcha hacia Arco Iris town, pero en el camino hacia allí un olor extraño se incrementaba en el aire, promiscuidad. De pronto, el camino desapareció y a lo lejos pudo percibir 4 sombras que se acercaban en dirección hacia él. Hasta que los tuvo a 2 4 metros de distancia y vio que eran Amixeris, jinetes que con sus movimientos corporales te dejaban un trauma psicológico. Ni bien Maxxienieves los reconoció, giró con su caballo ,y empezó a galopar todo de frente hasta que logró escapar de aquel aire asfixiante y de los Amixeris. Él princcipe siguió montando hasta que llegó a los límites con Tracaland. Tenía que salvar a su madre y su tierra, mas no sabía cómo, por lo que empezó a desesperarse. En ese momento, apareció Hadis Marquis, el hado padrino de la familia, quién le aconsejó ir con su tía Rupertinina. Era hora de pensar en un plan par salvar Gayland y descubrir qué cuáles eran los planes de Vizcondelmort.

sábado, 20 de febrero de 2010

Día de desamor II

Con una sonrisa en el rostro y mis latidos acelerados, me fui de frente a la pista latina a buscar al castañito, cuando recordé que Mar vendría en 15 minutos. Maldita sea, pensaba, no todo es completo en la vida. No tenía mucho tiempo, tenía que buscarle ya. Caminé por toda la pista y no lo encontré. No hay forma de que me vaya de aquí sin encontrármelo, pensaba. Salí al lounge y vi a Mar con Knt y Jl. Era la primera vez que veía a Jl, se ve más alto por el facebook, dije para mí cuando le salude. Knt estaba histérico y Jl también, por lo que nos fuimos a sentar un rato con Sil y kssndrv. Les conté que me había besado con Alb y que me faltaba el otro weboncitow. El calor era infernal y parecía que justo esa noche medio lima gay se había puesto de acuerdo para ir al DT. Yo tenía ganas de tomar más alcohol, mi cuerpo me lo pedía; aunque ya casi no podía ni hablar por lo inflamada que tenía la garganta. Por eso, le propusé a Mar ir un rato a berlín para tomar unas cervezas y luego por un Mc en el ovalo. Él aceptó sin chistar, pero el problema era que quería ir ya. Yo no había visto de nuevo al castañito y tenía que verlo. Le dije que se vaya a bailar un rato con Jl y Knt, mientras yo buscaba a mi affaire para "despedirme" de él. Me miró de mala, mas aceptó. Así que me fui, esta vez, a la pista de electrónica. Lo vi, le pasé la mano por la espalda y me dijo que sentía mucho calor. El chico estaba hot.

Lo llevé directamente a la puerta de la latina, allí corre un aire fresco por el aire acondicionado. Se apoyó contra la pared y empezó a sacudirse la camisa. Yo me acerqué de frente hacia él y lo abracé por la cintura. El castañito sonreía, ponía su rostro junto al mio, se giraba y volvía una y otra vez con el mismo juego. Estuvimos así un rato cuando sus manos empezaron recorrer mi pecho. Buscaba mis tetillas para jugar con ellas a la par que mis manos bajaban por debajo de su espalda para palpar su culo un poco. No lo tenía grande, pero era firme. Le gustaba que se lo apriete con fuerza. Se retorcía un poco cuando lo hacía o me pellizcaba más fuerte de lo normal. De pronto, se detuvo. ¡Puta madre!, me dijo, mis amigos estás que ven todo... ¿Y?, le dije, Supéralo. Se rió, miró a los ojos, lo atraje más hacia mí y me besó. Besaba mejor que Alb y yo me sentía feliz. Tarea cumplida, pensaba para mí. Luego, nos detuvimos y sus manos empezaron a bajar hasta llegar a mi entrepierna. Lo apretaba despacio, algunas veces con fuerza. Al cabo de un rato alzó su pierna y me atrajo hacia él. Lo abracé con una mano en la cadera y otra en el culo mientras nuestros labios se juntaban por segunda vez para besarnos. Para ser sincero, me importó un carajo si me veían o no y creo que a él también por la posición cómo estábamos. Después nos detuvimos. Tengo que volver con mi gente, le dije. Yo también, me dijo, estaré acá. Era hora de buscar a Mar.


Salí al lounge, pero no lo encontré. ¿Dónde se metió la puta esta!, me preguntaba. Me acerqué a Sil y Kssndrv que estaban sentadas y les pregunté por Mar. Ya se fue, me dijeron, te está esperando en la puerta. ¡Ahora no podré pasar más tiempo con el castañito!, pensé. Me despedí de las chicas y con las mismas me fui a buscar al chico de ojos lindos y cabellos suaves. No tardé mucho en encontrarlo, estaba en la pista de electrónica viendo el show. Me dio su nextel y nos despedimos con la esperanza de que algún día lo nextelearía de nuevo. Salí del DT rápido con en fin de hallar a Mar, pero no lo vi. De seguro se fue a agarrar con ese webon o está en su casa tomando, me dije a mí mismo. Lo llamé de mi celular y no me contestó. Luego, lo llamé de mi otro celular y tampoco contestó. Fue así que me fui a un teléfono público a llamarlo y preguntarle dónde estaba y ahí sí me contestó. Estaba por las escaleras del Britanico. Caminé a paso rápido para allá y me encontré a Knt, Jl, Y Mar sentados en las escaleras hablando sobre el día del desamor y sobre qué tal la estaban pasando ese día. Parecía que no todos la pasaban tan bien como yo. Estaba explicando lo que había hecho en el día, cuando escuché un grito: ¡Te odio conchatumadre! En ese momento los 4 nos levantamos y vimos como 2 personas discutían en la puerta del departamento del edificio del frente. ¡Lárgate!, decía uno ¡no, lárgate tú!, ¡vete maldita cachera! decía el otro. Los insultos iban subiendo cada vez más de nivel cuando un portazo sonó en toda la calle y un hombre en pocas vestiduras corrió desde el edificio hacia un carro que lo estaba esperando. En fin, ¿qué cositas se ven en tu distrito, no?, le dije a Mar.

Después de ese incidente Mar me dijo que tenía hambre, por lo que le propuse ya no ir a berlín e ir a Mier Donalds a comer. En el camino hablábamos de la decadencia de su distrito y de lo histérico que estaba su gil ese día. Luego entramos, comimos una Mc, me despedí de Knt y Jl y me acompañé a mar hasta la puerta de su casa. Ya de regreso al Kennedy para tomar mi taxy veo dos chicos caminando que también se me quedan mirando asombrados. ¡Max!, grita el más gordito, es CR ¡Webónes!, ¡Qué hacen acá?, les pregunté. CR y Gp Me dijeron que venían del Lolas, pero que se salieron porque estaba monce. Les saludé bien y Gp me preguntó si estaba drogado. Perdón , le dijé, así es mi cara. Estábamos conversando cuando a lo lejos pude ver Dr que venía con su Bf. Ambos llevaban un corazón partido a la mitad que se dejaba ver a todas luces. Qué maricas, pensé para mí. Dr nos presentó a su novio; aunque este último tenía que hacerle recordar ciertos detalles como que estudiaba Biología y no Medicina. ¡Ops! Después, hablamos de lo gordito que estaba Dr, de los kilos que había bajado últimamente CR y de los otros tantos que yo debía subir. Estuvimos un rato platicando y riéndonos cuando decidimos que era tiempo de volver a nuestras casas. Nos despedimos con la promesa de volvernos a juntar pronto para tomar. Yo me regresé con Cr, porque tomamos la misma ruta. Una vez que llegué a la casa abrí la puerta y mi vieja me esperaba despierta con la luz de la lámpara prendida. ¿Estas son horas de llegar?, me preguntó molesta. No lo sé mama, le dije. Dame permiso, me dijo, tengo que cerrar la puerta. No te preocupes, le respondí, yo siempre cierro la puerta al final.

domingo, 14 de febrero de 2010

Día de desamor I

Caminaba muy rápido y con los latidos de mi corazón que se aceleraban a cada paso, tenía que llegar a la tienda de la estación del grifo a como de lugar. Tenía sólo dos cajetillas de cigarros con 8 en cada uno. No era suficiente, ¿o será que nunca puedo tener suficiente? No lo sé, pero estaba seguro de que no podía llegar con tan poco de aquella dulce adicción a la casa de Sil. Llegué a la tienda. La cola de espera se me hizo infinita, pero cuando la tuve entre mis manos me sentí como aquel bebe a quien le dan su juguete para ser complacido. Ahora estaba completo. A paso ligero, me fui caminando por la Av. Aviación rumbo a la casa de Sil. Lima de noche es una mezcla de colores y olores un tanto adictivos, repugnantes y exagerados, pero atrayentes al fin y al cabo.

Una vez en la casa de Sil me di con la soRpresa de que solo había ido Yek y nadie más. ¿Dónde están los gays?, me preguntaba, mientras que Sil traía unas cervezas frías y las ponía sobre la mesa para luego prender su equipo y escuchar Ke$ha a todo volumen. La conversación seguía a buen ritmo y los cigarros se iban acabando. Conversamos sobre mi problema al momento de pronunciar la Erre, de masturbación femenina, de abuelitas open mind y de mi voz chillona por celular. Al cabo de un rato Sil nos avisó que teníamos que recojer a su amiga Kssndrv, ¿Kssndrv? Nombre de puta tiene.... Salimos, caminamos un poco y la vi: era de contextura delgada, con cabello lacio, no tan alta y vestía de una forma muy girly según Yek para ser leca.Volvimos a la casa de Sil y al rato vino Jrg R con su amigo Jrg. Traían en sus manos un poco ron. En mi cara se dibujó una gran sonrisa y en menos de 3 minutos los vasos ya etsaban servidos. Luego, empezamos a tomarnos fotos a pedido de Yek, "la más fotogénica" del grupo. Estuvimos así un rato, pero duró poco porque apresuré a Sil para ir al DT, sino no llegaríamos a comprar entradas 2x1.

Una vez en la puerta del DT nos despedimos de Yek, peus nos daría el encuentro más tarde. Entramos y en la cola vi cómo Sil se empezaba a ocultar el rostro. ¿Qué pasa?, le pregunté, ¡Hay un pata de promo que no sabía que era gay!, ¡puta madre max!, ¿qué pasa con el mundo!, me dijo. La estuve abrazando un rato cuando al poco tiempo percibí un castañito de ojos claros cerca de mí. No podía desperdiciar la oportunidad, así que aproveché el hecho de que kssndrv quería conversar con Sil para acercarme más él. Una vez que lo tuve cerca me di cuenta que estaba ligeramente llenito, pero que aún así era muy sexy. Su cabello lacio y claro combinaba bien con esa camisa a cuadritos que llevaba, a la par que su pitillo dejaba ver un buen par de piernas y muslos ocultos allí.

Después de pagar la entradas el muchacho me dijo qu quería bailar y yo, con lo obediente que soy, lo guié directamente a la pista de elctrónica. El webon se movía bien. Parecía un poco aguantado por momentos, pero me gustaba el hecho de que fuese así. Sudaba poco, pero se le veía sexy. Lo atraje hacia mi cuerpo. Me dijo Puta, le dije Conchudo. Rió, se giró y seguimos bailando un rato mientras nuestras caderas trataban de no separarse conforme el ritmo subía. Pasaron como 3 canciones más y el me avisó que quería pasar un rato con sus amigos, pero que estaría por allí. Nos veríamos nuevamente. Luego, me fui a buscar a Sil y el grupo. Bailamos un rato, pero fuimos al lounge, pues el calor estaba insoportable. Ella tenía hambre y nos avisó a mí y a Jrg R que la esperasemos, ya que se iría con kssndrv al Mc del Ovalo por una hamburguesa.

Estuve un rato conversando con él, pero luego sentí una vivración en mi bolsillo. ¡Mar, puta madre, se me olvidó llamarle cuando llegara aquí! En ese momento me metí al baño y lo llamé. Me contó que estaba con Jl y Knt en Mc y que estaría allí en un rato. Terminé de hablar y cuando salí no vi a Jrg R, mas sí vi al amigo de promo de Sil. Me dijo que se llamaba ALB. Me preguntó por Jrg R, por Sil, por cómo los conocía. Tenía la mirada pendeja. Era gracioso ver cómo se acercaba y cómo conforme conversabamos me decía que era pervertido, aunque el se dejaba pervertir. No sé cuánto tiempo pasó, pero cuando estuvimos más cerca de lo normal vino Jrg a preguntarme por Jorg R. Le dije que se había ido por allí... pues no observé fijamente para dónde se iba.

Así como vino Jorg, se fue y Alb me dijo que hacía mucho calor, que mejor vayasemos al segundo piso. Con la manita agarrada Alb me dirigió a paso recto hasta ahí. Empezamos a hablr sobre lo que haciamos por la vida y pude darme cuenta que el mundo es tan pequeño.... No reíamos, le coqueteaba y él se dejaba coquetear. Lo aceraba por ratos a mí y otros lo alejaba. Me decía Arrogante, le respondía Aún así te quedas ahí... Se reía, cuando vi que se safó de mi brazo. Lo jalé del codo, volvió delante de mí y me besó. No besaba tan rico, pero las ganas contenidas que él tenía se hicieron notar poco a poco conforme el me abrazaba y mis manos empezaban a recorrer su espalda. Se detuvo, me dijo que era un atrevido, le dije si no quería lo podíamos dejar aquí, me volvió a decir arrogante. Se separó un poco, lo acerqué y volvió a besarme haciendo caso omiso de sus palabras. Me dijo, después de besarnos, que tenía que volver con sus amigos, le dije que yo también. Me pidió mi nextel, se lo di. Bajamos tranquilamente y nos despedimos con una sonrisa en el rostro. Era hora de buscar el castañito antes de encontrarme con Mar...