jueves, 14 de octubre de 2010

Karma

Mi amigo me ha dicho que todo lo malo que me pasa ahora es porque he sido muy hijo de puta antes. Me ha advertido que si no cambio de actitud me iré a la mierda más de lo normal; que por ello y otras cosas malas estoy solo; que el mundo da vueltas, y que existe el KARMA. Yo soy muy escéptico al respecto.

Mi teoría es la siguiente: Si te sientes bien y realizas algo que te beneficia, atraes energía positiva; de lo contrario, negativa. Este acto no tiene que ser necesariamente considerado bueno a nivel social; basta solo con que quien realiza la acción lo crea así. Es incoherente pensar que otras personas tengan que sentirse bien con lo que uno hace, porque si así fuese no estaría satisfaciéndome, y mi trabajo ofrecido no sería el mejor. Por ello, es que primero pienso en mí, en lo que hago para sentirme mejor.

Muchos dirán que peco de mezquindad, pero no lo creo así. Hacer un comentario con sarcasmo sobre otra persona es el mejor ejemplo. Es muy difícil encontrar un individuo que no disfrute de este. Alguien envuelto en esta situación tiene dos opciones. La primera sería contraatacar con otro sarcasmo, y no solo aceptar la correspondencia del otro, sino reírse de la realidad y buscar placer, que puede transformarse en colectivo, si estuviese en una reunión. La segunda podría ser planear una manera de hacer perjurio sobre el otro, pero esto, por más exitoso que resultase, no causaría placer en el victimario, por lo que el otro individuo, bien sabido, se llenaría de un orgullo más insoportable del que él puede aguantar.

Tampoco creo en el Karma porque cada quien es forjador de su propio destino. Uno es claramente consciente de las acciones que ha realizado. Así mismo, no creo que exista un accionar malo, sino, uno errado, más que nada. Creo que la toma de desiciones no es siempre categórica, y que uno decide obrar bien o mal. Todo lo contrario, considero que en esta se pueden dar concecuencias negativas o positivas a largo o corto plazo dentro de las cuales el ejecutor no es consciente muchas veces. Esto no es movido por alguna fuerza innatural, sino por agentes que propician que los resultados sean así. No es mi intención negar la primera manera de decidir, mas no creo que esta sea la más común en la vida diaria, salvo determinados casos.

domingo, 10 de octubre de 2010

Pussy's nite

Salí de mi casa más tarde de lo normal, y tomé el primer micro que me llevase a Miraflores. En el trayecto, un pata le contaba a su amiga todas sus aventuras marihuaneras, y no pude parar de reírme, sino hasta llegar al paradero de Larco con Benavides. Bajé, prendí un cigarro ,y me puse a caminar con dirección al Knndy para darle el encuentro a D para ir a Lol por el cumple de Cuh. Estaba bien peinado, con mi pussypolo a rayas, y una sonrisa de oreja a oreja que hacía que, de tanto en tanto, un iluso girara para verme con cara curiosa. Era LA noche. Sabía que todo mundo iba a ir. No podía desperdiciar tan bella ocasión para entretener mis sentidos un rato.

Una vez que llegué, lo alerté, pero me dijo que bajase hasta mi casa, el DT, para vernos, pues se encontraba por ahí. Caminé a paso rápido por la avenida de las tracas, pussys y fletes, hasta que lo vi. Estaba acompañado. Había venido con un individuo con quien no me suelo relacionar mucho, Or I; sin embargo, debido a mi buen humor durante el día, antes de salir me propuse no ser tan perra esa noche, así que lo recibí de la forma más cortés que pude. Acto seguido, emprendimos rumbo a Lol para saber hasta qué hora se podía ingresar con la lista. La lista es válida hasta las 12. Perfecto. Fuimos a tomar una cerveza, que ellos pagaron, a un bar que pasaba música rock en Berlín para matar tiempo. D se creí rock star, Or I servía la chela pasivamente, y yo me drogaba con la música.

Salimos del lugar a las 11: 40 con dirección a nuestro destino. En el camino, los taxis paraban constantemente delante de nosotros o de mí. ¿Es que acaso nos ven cara de putos ?, pensaba. Entramos, el ambiente estaba recién poniñendose. En poco tiempo, vino Jojo con sus meangirls. Los saludé. Luego, lo acerqué y le dije que queria ver sangre esta noche. Se rio, hicimos pinki promisse, y me dijo que se iba a hacer unos previos. Al poco rato, se nos unieron dos amigos Or I. Eran dos chicos de mi universidad. Regio. Luego, acompañé a D a dejar su casaca. Me encontré con una parejita curiosa, sus amigos, y el cumpleañero. Saludé a todos, bien lindo yo, y regresé con mi grupo. Quería bailar.

Fuimos a la pista de electrónica, ya que todavía no abrían la de latina, pero mi aburrí, y dejamos a D bailando de lo lindo con un amigo. Después, pedí mi cerveza, y qué sorpresa la que me di cuando veo que un pata que me detesta es amigo de alguien grupo. Solo atiné a sonreír, como siempre. No obstante, me estaba empezando a aburrir. Por eso decidí ir a lobby a fumarme un pucho solo. Allí, me encontré con P y E, dos amigos de Jojo, que me preguntaron por él. Les dije que no los había visto, y que iba a subir a buscarlo. A primera vista, no lo encontré; sin embargo, cuando me acerqué para el lado donde están los muebles me quedé: OMG! Un pata estaba que sostenía a mi pobre pussyfriend medio ebrio entre sus piernas, mientras que este último se sonreía mucho. Yo lo miré, él mi vio. Nos cagamos de risa, y me salí inmediatamente. Cuando bajé, E y P me preguntaron por él. Les dije que se encontraba ocupadito, y que no, no estaba en el baño como otros.

Luego, me reuní con mi grupo, que se encontraba disuelto y bailando electrónica. Parecía la noche de los agarres. Había varias parejitas de lo más monas repartidas por el bar. Yo me conocía a varias de ellas, y no podía dejar de reírme de todas las situaciones y encuentros que habían transcurrido en la noche. De pronto, Little J se puso a mi costado con B L, y se pusieron a agarrar con furía. Mi estimadísimo quería bailar, y el webon no lo soltaba ni un momento. Me empecé a reír. Además, como si eso fuera poco, el chico que me detesta estaba de mi otro lado, ¿qué más podía pedir? Después, los amigos de Or I decidieron ir arriba, ya que no querían permanecer allí. Yo les seguí, aunque no me agradaba del todo la idea de ir a bailar latin.

Estaba con mi cara de leca activa cuando recibí una alerta de Jojo. Nos reunimos en las escaleras. Me estaba contando su shock de la noche cuando apareció él. Le saludó, le empezó a hablar como si yo no existiese, aunque jojo le dijo algo que hizo que se desapareciera en el acto. Un éxito. Después, le conté todas mis sopresas de la noche, nos reímos, y volvimos a la pista. La música estaba buena. Todo iba bien hasta que sonó "Hollywood". La gente entró en éxtasis, las voces se alzaron, y todos la cantaron a decoro como buenos maricas que son. Canciones de la década de los años 90 se apoderaron de la sala, y, simplemente, me encontraba viviendo un orgasmo auditivo. De pronto Jojo vio a su ex, no lo podía creer, y, del otro lado, un ex de un ex gil mio le hablaba a alguien que conocía de lo lindo.

Cuando eran las 4: 10, me hallaba cansado. Quería ir casa. Además, el local estaba full, y la ventilación era pésima. Me había visto con medio twitterland, y reído de otras tantas cosas. Era suficiente por una noche, por lo que le dije a mi amix para irnos. Nos sentamos un rato en el lobby. Me puse al lado de D, y cada uno conversó de cómo le pareció la noche. Él quería un pucho, y yo también. Estabamos así cuando una chica me pidió encendedor, prendió su cigarro, me regalo uno de una caja que tenía, y me sonrió: pobre ilusa. Nos despedimos de los demás, y nos marchamos a caminar por Benavides para hablar sobre nuestra salida. Me dijo que no sea tan hija de puta; que el karma me va a cagar; que me cuidara mucho, por favor; que estaba de vuelta a Blackout, y demás. Volví a mi casa apestando a trago mal. Mi vieja me recibió con una mirada de reproche. Me dije: Ahora calladito te ves más bonito, y pasé.

viernes, 8 de octubre de 2010

Blackout

Era octubre del año 2007. Britney Spears sacaba su quinto álbum luego de una espantosa presentación en los VMA's. Yo empezaba a frecuentar el ambiente. Mis ansias sexuales eran casi proporcionales al tiempo libre que tenía en ese entonces. Frecuentaba a varios amigos cariñosos, y restaurantes. Solo había ido al DT una vez, y no pensaba en volver, sino hasta un buen tiempo. Era un chico nuevo en un mundo nuevo: alguien interesante, pero altamente voluble.

Fue la época en la que para conseguir trago en un bar solo me bastaba con alzar mi mano. Mis borracheras eran en reuniones muy íntimas con algunos amigos de la vida. Solo tomaba vodka, gin y whiskie. Tampoco fumaba, y mi asco por la cerveza era increíble. Por ese entonces, vestía más bonito, caminaba más por Miraflores, y no había situación en la cual no sonriese. No podía dejar de ser coqueto, y a los demás parecía gustarle: bien por mí.

Recuerdo que cada carro era mejor que el anterior. Yo solamente les sonreía. Alguna que otra vez acabé en la cama, pero nada serio. No estaba en mis planes tener alguna relación formal. Tampoco conocía a nadie, y nadie sabía quien era, así que era imposible que surgieran chismes es torno a mí. Todo marchaba bien. Sin embargo, eso cambió con la llegada del verano 2009 y el reencuentro con el chato, que haría que mi vida diese un giro de 180º hacia otra dirección.

Han pasado casi 2 años, y he de admitir que he cambiado bastante. Supongo que eso es crecer. No obstante, últimamente he vuelto a esa necesidad de salir, y simplemente perderme por lima colorida. Es rico, lo sé. Uno se lleva muchas sorpresas con cada salida que hace. Además, será interesante volver a ver algunas caras,y recordar algunos cuantos olores y sabores capitalinos. Recordar es volver a vivir, ¿no?

miércoles, 6 de octubre de 2010

Error

A veces me pregunto si en verdad soy prejuicioso, o si es que estoy pensando de acuerdo a mi sentido perfeccionista. No me gustaría serlo, pero tengo varias razones para pensar que sí, o que lo fui. Recuerdo a mi chico trujillano. Lo llamaré "Carlos" para narrar mi historia.

Lo conocí en una noche de invierno hace como dos años. No tenía nada que hacer, y entré a una de esas redes sociales para buscar un fuckbuddy, sin tener la más mínima idea de que me encontraría con este individuo. La primera vez que lo vi me pareció simpático. En efecto, él practicaba andinismo, y natación. Días después, me mandó un mensaje a mi bandeja que decía: "Hola. ¿Cómo estás?. Te ves lindo y loco." Me reí. Le devolví el mensaje y así fue como empezamos a conversar hasta que intercambiamos msn.

Él estudiaba Comunicaciones en una prestigiosa universidad de la capital, y yo postularía a otra en un par de meses. Tenía pensado volver a Trujillo, pero nuestras cálidas conversaciones le motivaban a cambiar de parecer. Además, yo le proponía alternativas de lugares de estudio, como la universidad donde ahora estudio. Él se iba animando cada vez más. Todo marchaba bien. Vivía solo en una departamento que sus padres le habían alquilado por Casuarinas. Luego, decidimos vernos, era tiempo de conocernos en persona.

Fui a nuestro encunetro a un cine en Surco con el corazón en la mano. Lo reconocí de inmediato. Era alto, castaño, lindo, serio, medio despistado: él. Lo saludé con la mano extendida. De pronto, habló. Su tono de voz. Su acento no era de acá, se notaba bastante. Yo le empecé a hablar sobre mi día, y empezó a pedirme que lo hiciese más lento. No pude. Me jodió terriblemente su forma de hablar, sus "más despacio por favor, hablas rápido", su timidez. Le dije que tenía que irme rápido, que ya no iríamos al cine esta vez. Claro, no le iba a hacer sentir mal después de todo. Se despidió de mí apenado, yo de la manera más apática posible. Supe que sería la última vez que lo vería.

Luego de aquella vez, conversamos cada menos. Me mostraba más desganado de lo acostumbrado, pues no quería saber nada más con Carlos. Sin embargo, aún así le respondía todas las veces que le hablaba. ¿Masoquismo?, no lo sé. Unos días antes de mi cumpleaños abrí mi correo y había un mensaje que decía: "Hola, me hubiese encantado decírtelo anoche, pero no pude... Hoy en la madruagda viajaré a Trujillo. Para cuando leas este mensaje, ya estaré allá. Abrazos, Carlos".

Intenté hacerme el disforzado, pero no pude. Traté de negar que me llegaba al pincho, mas no me salió. Me costó como mierda aceptar la idea de lo idiota que fui para cagarlo de esa manera. Sé que el sí se hubiera quedado por mí. Sé por los tramites de intercambio que me mostró esa vez, por cómo me hablaba, por su carácter, pero no lo pude ver. Su acento no me dejo ver más allá de eso. Me dolió mucho su partida, pues por varios meses me sentí como el limeñito estúpido que botó a un excelente candidato solo por ser provinciano.

No puedo creer lo chibolo inmaduro que fui. Quizá esa sea la única acción de la cual me he arrepentido, pero todo pasa al final. Luego de su viaje, perdimos comunicación. No tengo la menor idea de dónde se encontrará. Pero, sé que está bien, que está por ahí cumpliendo sus sueños. Eso me recomforta. ¿Si aún sigo siendo igual de estúpido? Creo que no, he disminuido un poco. De eso, estoy seguro. Sé que ya no volveré a cometer la misma idiotez que hace unos años.

lunes, 4 de octubre de 2010

Aterrizando

Acabo de dar mi examen de Apreciación del arte. No lo he dado mal, tampoco bien, sino regular. Estoy cagado sentimentalmente, ayer lo reconfirmé. Por ello, no me he podido concentrar bien todo este tiempo. Yo sé que tengo un problema que debo solucionar con urgencia. También sé qué debo hacer, pero no cómo. Tengo miedo. Aún soy humano. Me aterra mirar atrás.

Siento que algo se repite. Ya he pasado esto. Soy consciente de cómo voy a acabar si no actúo, pero es que ya no estoy seguro de hablar o seguir mudo. Porque sí, soy mudo. Puedo decir muchas palabras, pero poco de lo quiero decir. Soy complejo, muy complejo. Por eso, me es difícil tratar de entenderme. No me gusta lo fácil, prefiero lo difícil. Así como prefiero esperar a que el semáforo esté en rojo para cruzar seguro la calle, y leer las indicaciones o instrucciones de un determinado objeto antes que usarlo. Soy perfeccionista, extremadamente detallista, a veces, pero apático la mayoría del tiempo.

Yo no tengo un problema con serlo, pero no mucha gente tolera que sea de esa manera. Les desespera. Me cuesta demasiado ser espontáneo. No me sale (quizá por eso no vivo sin agenda). Tampoco puedo modificar el hecho de que sea renegón. Me irrito por todo, porque mi pata se demoran 5 minutos y tengo que esperar más, porque no me sale un ejercicio, porque no estoy bien conmigo mismo, porque ha salido el sol cuando quería que esté oscuro, por estupideces.

Creo que desde siempre he sido así. Tal vez ahora más que otras veces. He crecido, pero no he madurado lo suficiente. Soy consciente de eso. Por eso, cometo huevadas, por eso ayer un buen amigo me dijo mis putas verdades hasta el punto de que cuando llegué a mi casa me puse a llorar. Lo realizó de una manera muy bonita, como sabe lo especial que es mi carácter. Gracias. Le agradezco, también, que no me haya terminado pegando. Sé que tenía ganas, mas no lo hizo: Gracias.

Ayer me di cuenta que caí en ser quien no quise. Me dolió, pero lo admití. No me gustaría que alguien pasara esto también; sin embargo, veo cómo un chico poco a poco va siguiendo el mismo rumbo. Está cagado, pienso. Vaya conchudo, dirán. Pero es que a veces uno tiene que alejarse para poder verse mejor. Y yo, aunque odie admitirlo, de una manera extraña, me vi en él. Fue raro. Quise llamarlo y decirle que nunca iba a ser eso, que era un pobre cojudo, que era como yo, básicamente, hasta antes de mi conversación con mi amigo, (¿o es que me cuesta admitir que ya lo sabía?).

Supongo que si lo hubiera hecho, mi amigo se habría molestado conmigo y me habría dicho: NO PUEDO CON TU VIDA, CARAJO. No obstante, el sabe que soy así, medio desbandado como Christina Aguilera, a veces un éxito, a veces una mierda. Solo espero que él tenga un buen amigo como yo, y que se de cuenta que nunca podrá llegar a ser, solo parecer. Demanda mucho ver la diferencia cuando no quieres, pero esa es la realidad.

No pensé que escribía tanto en tan poco tiempo. Me siento más tranquilo luego dejarme llevar por el teclado. Espero que esto no solo sea un post de desahogo, sino también de llamada de atención para otros como yo que miran sin observar cuando les conviene. Creo que eso es todo lo que debía decir. Me hallo menos tenso para seguir estudiando para mis exámenes parciales.


A ti, amigo, que me toleras y escuchas; aunque me halle muy ebrio, drogadicto, llorón, o simplemente muy yo.