Era Diciembre del año 2003. Tenía 12 años y tú 25. Me llevabas siempre al malecón de Barranco a ver el mar y dar vueltas como locos por la bajada hasta marearnos y vernos obligados sentarnos. Cargabas contigo, en todas nuetras salidas, unos puchos, tu Disc man, un album de Fito Paez, otro de Manu Chao y un chocolate sublime. Era el hermanito feliz, al que todos tus amigos le decían: ¡pero si son igualitos!
Algunas veces me hacías un recorrido por el centro de Lima. Caminábamos por la plazoleta de San Francisco, el ex parque Chabuca Granda, la plaza Francia, la Quinta heren, la plaza San martín: lugares poco convencionales para pasear con un niño. También me hiciste entrar a muchos museos. El que más recuerdo es el de la Santa Inquisición. Me fascinaba pasear por esas catacumbas viejas por donde antes había transitado libres, condenados, inoncentes.
Otras tantas te acompañé en tus borracheras luego de tus clases con tus patas de la universidad, mientras yo, el hermanito de la flaca, tomaba mi leche chocolatada. Ellos vivían fascinados por cuánto nos parecíamos. Siempre nos los recordaban. También me contaban, cuando no estabas, que eras muy altiva, muy tú. Les encantabas, y ellos a ti. Después, al llegar a casa, estábamos obligados a oír las quejas de mamá. ¿Cómo es posible que un niño de 12 años venga oliendo a cigarro!
Hoy han pasado más de 5 años desde que no volvemos a salir así. Escucho Cecilia, y me acuerdo de nuestros paseos, del monedero en el cual yo cargaba la plata porque eras distraída y de los politos de los "Loonie Tunes" que me los usurpabas para ponértelos, porque eran de tu talla. Pienso, algún día tenemos que volver a salir, yo sé que sí.
Que buenos recuerdos!... me gusto mucho este post, es que no sé, se lee que era una relación muy linda, unida y divertida... creo que por lo que cuentas, la canción le va muy bien
ResponderEliminarSaludos!!
-Didier Estrada: Teníamos una relación genial. Hace tiempo que no tenemos una salida de esas, pero estoy seguro que pronto vendrá.
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