martes, 14 de agosto de 2012

Ojos rojos

Me encantaría decir que tuve un comienzo de clases ragio, pero no. Tampoco es que la haya pasado mal en mi primer día de regreso, sino que no fue perfecto. Todo comenzó el domingo.

Fui a visitar a unos amigos a su departamento en Jesús María para almorzar, ya que nunca me veo con uno de ellos a quien estimo bastante. Para esto, hay que tener en cuenta que ambos son pareja; que tire con uno de ellos en el pasado (al que aprecio, obvio); que su novio lo sabe; y que habían pasado 2 años desde que nos veíamos. También, hay que considerar que él trabaja y para ocupado; su novio estudia en la universidad, y casi nunca nos es posible coordinar una cita, pero hace poco logré contactarme con él, y me invitaron a un almuerzo.

Yo asistí, regio como siempre, con la garganta un poco jodida y cierta molestia en el ojo. Todo estuvo tranquilo, un poco extraño. Me ofrecieron ser el postre, pero, por educación, me negué. Ja. De hecho, sentí que nos volvíamos a conocer luego de 2 años. Además, saber que su chico tiene casi mi edad y es consciente de lo ocurrido en el pasado me hizo sentir un poco de roche, pero luego de dos whiskys en la rocas, todo aflojó. Sin embargo, mis ojos raramente me empezaron a arder.

Su departamento queda en uno de los últimos pisos, y tiene una mampara que baña de luz toda la sala. Para mi joda, la sala no tenía cortina, y, con lo fotosensible que son mis ojos, estaba sufriendo. Poco a poco, se empezaron a cansar horrible, tanto que los tenía que cerrar de rato en rato para que se me calme el dolor. Me pusieron unas gotas, pero nada. El update continuó hasta el fin de la tarde, que decidí regresar a casa. Cuando llegué, mi ojo izquierdo estaba hecho un tomate, horrible. Encima, tenía rinitis, y lagrimeaba peor que Magdalena en viernes santo.

Al día siguiente, comencé clases. La molestia siguió toda la tarde y mañana, y decidí que no podía más.A parte, me molesta que todos me miren con cara de drogo cuando no lo estoy. Esa noche fui al oftalmólogo, y, para mi suerte, tengo conjuntivitis. No tengo problema con ello, sino con el hecho que no puedo usar lentes, ya que no me pueden medir la vista. Estoy jodido, pero ya compré las medicinas, y hoy empecé el tratamiento. Solo me queda esperar,  y tener paciencia, pero no sé cómo carajo haré mañana para entender la clase en el laboratorio de foto. Con fe.

2 comentarios:

  1. Con mucha, mucha fe. A mí nunca me ha dado conjuntivitis y mis clases de foto eran demasiada teoría acompañada de muchas fotos. Recupera ese ojo pronto ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es terrible tener los ojos jodidos... Más aun si usas lentes.

      Eliminar