martes, 7 de agosto de 2012

El invitado

Hace un par de días me acordé ti. Ha pasado más de un año desde aquella vez que no viniste a mi cumple. Recuerdo que ese viernes todo era un caos, que solo quería que las cosas salieran bien, y las horas jugaban en mi contra. Ese día llegué tarde al departamento y mis invitados ya estaban esperando, estaba sucio, hecho un loco, esperanzado en verte. Te había jodido por más de un mes para que vinieras. Tengo que admitir que nunca antes había insistido tanto con un huevón.

La noche pasaba, y tú no te aparecías. Te había guardado tres cuzqueñas, porque no te iba a dar barena, no, quería darte algo mejor, al menos. También había guardado conmigo media cajetilla de click an roll por ciacaso querías fumar. Todo estaba  listo, solo faltaba que llegases. Las chelas se empezaban a agotar, igual los puchos, y tú aún no venías, y tampoco lo harías. Esa noche le pedí a un pata que "por favor" trate de contactarse contigo. No sé si le respondiste o no, a mí me consta que te envió el mensaje. Luego, él se fue cuando sus compañeros llegaron, y, cuando entró a La Gorda, te encontró con otro tipo pasándola bien.

Recuerdo que, cuando me enteré, me llegó al pincho, escupí todos los insultos que mi boca podía escupir. Luego, tomé respiro, y me senté a pensar. Aún creo que no fuiste, porque yo "la cagué"  unas semanas antes al no decirte para salir luego de haberte escrito la carta. Me viste como un hipócrita, que sabe escribir mas o menos bien, y que tiene algunos conflictos emocionales extraños. Tal vez, esa era fue tu manera de decirme:  la cagaste.

Ese noche supe que pasaría mucho tiempo hasta vernos. De hecho, han trascurrido meses, y aún no nos hemos cruzado. Ahora tampoco estoy seguro de si te volvería a escribir a una carta, pero sí te diría para ir a un café, charlar, y mostrarte unos textos. Como te dije una vez, debe ser hermoso verte leer. Solo me queda llenarme de coraje y decirte para salir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario