domingo, 18 de marzo de 2012

Charlas vacías

Conversación 1:

-¡Gachiiiiii!
-¡Tali, gorda!, ¿qué tal!
-Bien, preciosa, ¡y tú? Estas perdidaza.
-Es que me la he pasado todo el verano en Naplo con Gusta.
-Ay, Gachi, a ver si nos vamos a nikita el próximo finde, aunque sea.
-Obvio, amor, tú bebeame y quedamos.
-¡Estás bronceadaza!
-¡Gracias! Como que mi gordo es amigo de Braulio, un chico con yate y algunos días bajamos a Pucusana por unos vinitos con Romi y Adri, y luego paseamos por allí. ¡Manyas?
-Fresh! Pucha, yo casi no no me puedo mover de Asia, mis viejos se enojaron fuertísimo luego de lo Juan Diego. Casi ni me dejan ir a Santa Maria para año nuevo, alucina.
-Pucha, qué mala onda.
-Pero, tranqui, guapa, ¿somos el sábado, entonces?
-Obvio
-Oka, un beso, cualquier cosa si no es al bbm, por el whatsupp.
-Muak

Conversación 2:

-Carlitoooooos, ¿qué tal?, ¡cómo estás? Estás bronceadazo.
-Sí, obvio, me la he pasado todo el verano en sur.
-¿Ah, sí? ¿A qué playa bajas?
-A todas, obvio.
-¿Y Braulio?
-Pucha, no creo que venga, alucina. Seguro está chambeando para mantenerne, jajaja.
-Jajajajaja, raaaagia, tú.
-Toda la vida. ¿Y tú como estás, Mario?
-¿Yo? Bien, tranqui, en la u.
-Ah, ya... Pucha, yo empiezo la próxima semana. Fail.
-Oghh, pucha, Juan Carlos ha venido con Diego, que está ebrísimo.
-Ay no, qué asco.
-Sí, no me quiero ni voltear para no me vean.
-Ok, ok, pero vente conmigo. Estoy con Rori y Matías
-Ok...

Conversación 3:

-Aj, odio a los arties de mierda.
-Pucha, pero así son felices, ¡no?
-Igual, los odio, creen que porque tienen fotos con retoques photshop serán la gran cagada. ¿Puedes cambiar esa mierda pop? ¿No tienes algo de Morrisey, The Cooks, Sui Generis o Devendra Banhart?
-¿Pero es Beyoncé!
-Bueeeno. Solo a ti te lo permito, porque no eres marica.
-Jajaja, ok. Oye, el martes hay una exposición sobre Szyzslo en el mali, ¡vamos?
-Ya, bacán.
-Ya, le paso la voz a Natalia y Juanca.
-¡Juanca? Pucha, no sé... La vez estaba chupando en luz verde con Alexis hasta que vino con su camisita y short, todo pulcro, presentable.
-Jajajaja, ay, ya. ¡Pero, es buena gente!
-Sí, pero naa. En fin.
-¿Vienes a Matadero con nosotros?
-¡No, gracias! Sabes que no me gusta la mariconada. Más bien, sírveme más whiskie, porfa.

Conversación 4:

-Hola, puto.
-Hola,  bitch, ¿qué tal?
-Ahí, maso, odio al papa de Ricardo, ¡no nos deja en paz! La vez pasada nos invitó a comer a la Bisteca y todo hermoso, excelente. El viernes, me voy a su casa, y se puso terquísimo, ¡peor que mujer con que no nos dejaba salir!
-Ay, pero ya fue. Ya están aquí.
-Me enerva, entiendes, me enerva.
-¿Y Gachi? Ah, por ahí está la gordita, tragando. Vomitando va a estar luego. Ya le he dicho que se aguante,  ¡pero no hace caso!
-Uh, ¿y tú?, ¿que tal?
-Bien... Te he extrañado.
-Aw, yo también.
-Sí, amigo, hay que vernos pronto.
-Sí, por favor, pero cero perras. No más con Sergio.
-Obvio, está excluido del grupo.

Algunas veces, luego de salir de ese antro gay espantoso, o de pasear por lugares poco comunes que frecuentan conocidos míos, tomo una distancia adelante o detrás de ellos. En ese preciso momento en que me encuentro solo conmigo mismo, me pregunto: ¿cómo es que puedo recrear este tipo de escenas en mi cabeza con tanta naturalidad? Entonces, creo que he fallado en algo, que el chilcano no ha surtido efecto, que el darle a placer a mis ojos no es suficiente, que estoy desubicado, y me siento más extraviado de lo normal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario