No fui yo quien lo salvo de hundirse. Me hubiese gustado
hacerlo, eso sí.
Empezamos a salir casi por accidente. Me había agregado hacía cierto tiempo al msn, y nos habíamos visto una vez sin que yo fuese capaz de
reconocerlo. No hablábamos, ya que él nunca se conectaba, pero aquella noche de
noviembre lo hizo, y justo estaba yo para sacarle una sonrisa. Me atraía su
aire misterioso, y el hecho que nunca había oído nada de él. Poco a poco la
nebulosa que lo envolvía se esfumó, pude conocerlo bien.
El tipo no tenía un cuerpazo como lo había tenido I, ni
estaba regio como lo está ahora, pero era lindo. Me gustaba el hecho que
siempre me hacía reír. Yo le sonría todo el rato como estúpido, rápidamente me llené de ilusiones: primer
error. Sabía que él no atravesaba un buen momento, ya que por momentos le
entraban crisis emocionales, producto de una fuerte angustia al recordar a su
ex. Le consolaba opacando aquella sombra que lo perseguía, pero nunca busqué del
todo un espacio en su mente. Nos vimos pocas veces. Diría que las suficientes
como darme esperanzas de que las cosas cambiarían.
Me cegué, como cualquiera que busca el amor a toda costa. Sí,
busqué el amor en el peor lugar, e hice caso omiso a los consejos de mis amigos
que me advirtieron que él aún estaba muy lastimado. Seguí avanzando con
cautela, creyendo que las cosas sí cambiarían, que él sería capaz de
sobrellevar esa situación, que él vería mi esfuerzo, que todo saldría bien al
final. Pero, las cosas no sucedieron así. El año acabó con un libro japonés,
una sonrisa falsa, muchos cigarros, y una gran nube gris sobre mi cabeza.
Me sentí estúpido, traicionado por lo que había hecho. Lloré
varias noches. Felizmente, las mañanas eran alegres gracias a Andia y Aladin.
Ellos me salvaron de toda la mierda que me envolvió todo el verano. Como era lógico,
él siguió con su vida. Pasó un tiempo
para que pueda perdonarse y verdaderamente vivir. Por mi parte, mantuve contacto
con él. No fue sino hasta 6 meses después de aquel nefasto 31 de diciembre que
pude estar en paz conmigo mismo y ser capaz de hablarle sin resquebrajarme un
poco.
Falta poco para cumplirse 2 años desde aquella vez que
salimos. Podría decir que me alejé de él, pero no resultó así. Ahora es un buen
amigo mío, y está con alguien con quien comparte su felicidad. Llegar al punto
donde me encuentro con él no ha sido sencillo. Sin embargo, me siento orgulloso
de darme la oportunidad de seguir a su lado, y haber avanzado como persona que
soy.
gracias :+) casi van 2 años no 3 pero aunque eres pussy eres una gran persona me alegra haberte conocido :)
ResponderEliminarA mí igual, guapo, a mí igual...
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