martes, 4 de enero de 2011

Juego de niños

Lo conocí cuando tenía 2 años. Siempre peleábamos. No lo hacíamos porque nos llevásemos mal, sino porque nos gustaba competir. Buscaba cualquier pretexto para hacerme ver su fuerza, y yo, que detesto debilidad, le retaba. Era como mi hermano mayor. Sin embargo, los años pasaron y fue hasta que tuve 12 que lo vi después de 6 largos años. Él acababa de cumplir 13, su cuerpo se estaba haciendo más fuerte, y no dejaba de hablar de sexo cual chico que recién empieza a redescubrir su cuerpo.

Nunca tuve ningún problema con ello. Me daba confianza. Habíamos dormido, reído y jugado juntos desde muy pequeños. Sin embargo, existía un brillo especial cuando se refería a Gabriela, la chica bonita con la que jugábamos. Ella era alta, de cuerpo formado, trigueña, cosa que no me gustaba, pero a él le encantaba. Pensaba que mi primo estaba loco. Era una muchacha muy guapa y educada, mas no lo suficiente como para ponerme estúpido, empezar a follar la almohada, y decir cómo la haría sentir mía.

Un día nos invitó a una pijamada. Me dieron permiso para ir, a él no. No lo supe hasta cuando me lo contó en mi habitación esa noche. Estaba tranquilo viendo televisión desde mi cama, cosa que era rara en él. Empecé a fastidiarlo. Le daba pequeños golpes en la pierna para animarlo. De pronto, se levantó de la cama y me empujó hacia esta. Cuando me di cuenta, tenía mis brazos inmovilizados con sus piernas, mientras que con sus brazos intentaba sujetarme las piernas. El que se queda quieto más tiempo pierde, me dijo. Sonreí.

Por más que intentaba safarme no podía, su resistencia siempre ha sido fuerte. De pronto, vi que su pecho estaba vacío y con una pierna lo empujé. Me tiré encima suyo frente a frente, hasta que sus manos doblegaron a las mías. Sonreíamos y tratábamos de poner la mayor fuerza cada vez que veíamos un punto débil en alguno de nosotros. Súbitamente, me volcó boca abajo, y encruzó su brazo derecho con el mio apoyando su palma contra la parte trasera de mi cabeza de manera que no me pude mover. Nos hallabamos así cuando se detuvo.

Empezó a respirar fuerte, se encontraba agitado al igual que yo. Giré el rostro, y nos vimos. Supe allí que me gustaba tenerlo cerca. Todo fue muy extraño. Sabía que me encantaba estar a su lado, pero ¿de esta forma? Pasaron varias preguntas por mi mente en un solo fragmento de minuto cuando el abrió ligeramente los labios, y me dijo al odio: ha sido suficiente, ve. Me aparte cuidadosamente de su cuerpo, le di un abrazo, y me fui. Tenía una sonrisa cuando nos despedimos.

9 comentarios:

  1. Parece una relación más fraternal que otra cosa. Parece que la disfrutasteis ¿Seguís en contacto?

    Un abrazo.

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  2. Me E-N-C-A-N-T-A.
    Que lindo como tu lo describes... para mi suena mas como una relacion entre amigos que otra cosa. :D:D
    -Camille

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  3. Siempre me ha gustado la forma en que escribes. Te sigo leyendo.


    saludos!

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  4. Pues si se le cruzo por la mente lo mismo que a ti solo fue un flash y ya... creo que peace-for-ever tiene razón... el asunto fue fraterno y nada mas.

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  5. ¿quien sabe q pudo pasar? a esa edad no se tiene muy claro todo,

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  6. Maxito, años sin leerte
    me ENCANTO *-*
    siempre escribiendo tan bien!

    Saludos

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  7. Por lo que he visto, entre mis amigos, algunas veces se rompió esa barrera con gran disfrute de los participantes.
    Esos juegos son un ensayo y despiertan ciertas tendencias.

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  8. Muy bien escrito. Hay cierta tensión erótica no resuelta pero al mismo tiempo el desenlace es inesperado.

    www.artbyarion.blogspot.com

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  9. Peace for ever: Sí, pero ahora está en otra ciudad. Tiene una novia, que es bien guapa, pero medio insportable, jajajaja.

    BTFs: Sí, es una relación de hermanos.

    Didii Freiitas: Gracias, yo también, aunque no te comennte mucho.

    Lemon Guy: Así fue.

    Damian: Supongo que él sí tenía más claro su heterosexualidad.

    Rosario: Gracias.

    IGNACIORE: Sí, pero este no fue el caso.

    Arion: Gracias por tu comentario. Bienvenido.

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