miércoles, 6 de octubre de 2010

Error

A veces me pregunto si en verdad soy prejuicioso, o si es que estoy pensando de acuerdo a mi sentido perfeccionista. No me gustaría serlo, pero tengo varias razones para pensar que sí, o que lo fui. Recuerdo a mi chico trujillano. Lo llamaré "Carlos" para narrar mi historia.

Lo conocí en una noche de invierno hace como dos años. No tenía nada que hacer, y entré a una de esas redes sociales para buscar un fuckbuddy, sin tener la más mínima idea de que me encontraría con este individuo. La primera vez que lo vi me pareció simpático. En efecto, él practicaba andinismo, y natación. Días después, me mandó un mensaje a mi bandeja que decía: "Hola. ¿Cómo estás?. Te ves lindo y loco." Me reí. Le devolví el mensaje y así fue como empezamos a conversar hasta que intercambiamos msn.

Él estudiaba Comunicaciones en una prestigiosa universidad de la capital, y yo postularía a otra en un par de meses. Tenía pensado volver a Trujillo, pero nuestras cálidas conversaciones le motivaban a cambiar de parecer. Además, yo le proponía alternativas de lugares de estudio, como la universidad donde ahora estudio. Él se iba animando cada vez más. Todo marchaba bien. Vivía solo en una departamento que sus padres le habían alquilado por Casuarinas. Luego, decidimos vernos, era tiempo de conocernos en persona.

Fui a nuestro encunetro a un cine en Surco con el corazón en la mano. Lo reconocí de inmediato. Era alto, castaño, lindo, serio, medio despistado: él. Lo saludé con la mano extendida. De pronto, habló. Su tono de voz. Su acento no era de acá, se notaba bastante. Yo le empecé a hablar sobre mi día, y empezó a pedirme que lo hiciese más lento. No pude. Me jodió terriblemente su forma de hablar, sus "más despacio por favor, hablas rápido", su timidez. Le dije que tenía que irme rápido, que ya no iríamos al cine esta vez. Claro, no le iba a hacer sentir mal después de todo. Se despidió de mí apenado, yo de la manera más apática posible. Supe que sería la última vez que lo vería.

Luego de aquella vez, conversamos cada menos. Me mostraba más desganado de lo acostumbrado, pues no quería saber nada más con Carlos. Sin embargo, aún así le respondía todas las veces que le hablaba. ¿Masoquismo?, no lo sé. Unos días antes de mi cumpleaños abrí mi correo y había un mensaje que decía: "Hola, me hubiese encantado decírtelo anoche, pero no pude... Hoy en la madruagda viajaré a Trujillo. Para cuando leas este mensaje, ya estaré allá. Abrazos, Carlos".

Intenté hacerme el disforzado, pero no pude. Traté de negar que me llegaba al pincho, mas no me salió. Me costó como mierda aceptar la idea de lo idiota que fui para cagarlo de esa manera. Sé que el sí se hubiera quedado por mí. Sé por los tramites de intercambio que me mostró esa vez, por cómo me hablaba, por su carácter, pero no lo pude ver. Su acento no me dejo ver más allá de eso. Me dolió mucho su partida, pues por varios meses me sentí como el limeñito estúpido que botó a un excelente candidato solo por ser provinciano.

No puedo creer lo chibolo inmaduro que fui. Quizá esa sea la única acción de la cual me he arrepentido, pero todo pasa al final. Luego de su viaje, perdimos comunicación. No tengo la menor idea de dónde se encontrará. Pero, sé que está bien, que está por ahí cumpliendo sus sueños. Eso me recomforta. ¿Si aún sigo siendo igual de estúpido? Creo que no, he disminuido un poco. De eso, estoy seguro. Sé que ya no volveré a cometer la misma idiotez que hace unos años.

5 comentarios:

  1. A veces dejamos ir oportunidades por vanos, por estúpidos, por tontos... creo que lo bueno que queda es lo aprendido, a que no vuelves a dejar ir a alguien asi como asi?

    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Jajaja de esas un montón hermanito menor... hay veces en las que las cosas no son muy claras para uno pero es parte de crecer... mejor piensa en las cosas q hiciste después de eso y q quizás no hubieras hecho si algo hubiera pasado...

    ResponderEliminar
  3. Hola Max:
    Pues la verdad es que yo también te había perdido la pista, tuve que cerrar mi blog algo precipitadamente y perdí todos los enlaces. Pero recuperamos el contacto y eso es lo que vale.

    Creo que todos cometemos errores, dicen los sabios que la experiencia es lo uno aprende de sus propios errores, y tu aprendiste, ganaste experiencia. Dalo por bien aprovechado.

    Un abrazo

    PFE

    ResponderEliminar
  4. Didier Estrada: Obvio que ya no trataré de cometer el mismo error.

    Lemon guy: Sí pues, por algo pasan las cosas...

    Peace for ever: Así es, al final lo único que nos queda, muchas veces, es la experiencia.

    ResponderEliminar
  5. Quizá hasta ahora sigas siendo un pedante. Recuerda que la U de Lima no es el Perú, es solo una burbujita en una esquina de tantas; Miraflores igual; y que lo hayas discriminado por ser de provincia, horror! eres del Jet Set o que?

    ResponderEliminar