martes, 7 de febrero de 2012

7 días

Estoy de regreso en el blog luego de una semana en la que he sentido mi existencia más viva que otras, aunque no precisamente de la manera que gustaría. Las tarden han sido larguísimas y tristes. Lo único rescatable fue embriagarme el domingo con mis amigos y no amanecer con resaca. Estos últimos meses se me sube el alcohol  a la cabeza rápidamente, y despierto zombie al día siguiente. También he tomado una decisión muy importante respecto a mi salud.

Podría escribir milimétricamente cada detalle de lo que me aconteció ayer, y ante-ayer, y el sábado y así sucesivamente, pero no tendría sentido, porque a nadie le interesa saber exactamente qué percibí cada momento. Creo que mejor resulta escribir lo que yo sentí mientras vivía, o lo que hice, de manera que sea más simple forjarse una idea mental de lo que ha ocurrido conmigo estos días. Empezaré. He estado revisando algunos cuentos antiguos; he vencido mi miedo a pintar con acuarelas; me he sentido más antipático que lo acostumbrado; he leído con más calma y precisión La náusea; he empezado a sentir afecto por él conforme avanzo las páginas.

¿Algo de esto es importante? Sí, y no. No importa. Pude haber dicho también que me he interesado por volver a leer temas filosóficos, y que mi próximo libro será de Wittgenstein, pero no es la intención de alguien saberlo. Además, podría ser acusado de hipster. ¿Por qué lo digo entonces? Porque quiero. He comprendido que muchas veces hacemos cosas para ser más felices, y que es normal que los demás no entiendan bien el porqué de estas.También, me he percatado que realizo cosas que no puedo describir bien por qué las hago, que simplemente las hago.

He corroborado este fin de semana que tengo una extraña manía por hundirme en situaciones imaginarias  hasta el punto que psicomatize las dolencias de ciertos personajes.Soy consciente de que eso me daña, pero debo controlarlo, porque acabo muy susceptible frente a un sueño, y eso no está bien. Puedo soñar y llegar a palpar el sufrimiento de otro ser, pero no puedo permitir que ese se apodere de mí para expandir su dolor. Es una relación de tira y afloja en la cual debo ganar.

Ah, he visto un bolso de cuero precioso, pero no tengo plata para adquirirlo. Es hermoso, marrón oscuro, sin forma, mediano, para llevar a mano. Es la primera vez encuentro uno que me gusta, pero no sé si mis papás me lo querrán comprar. Me dirán que soy blanco fácil de ladrones, y se cerrarán el el mismo discurso de toda a vida. Mejor pienso cómo y dónde puede acceder a él... Debo practicar más mi dibujo y mi técnica de pintura.

Tengo que seguir.

Debo un post respecto a la noticia que involucra a Thays, que llamó fuertemente mi atención, y otro sobre lo estúpido que nos sentimos algunas veces.

3 comentarios:

  1. Es extraño que leerte nos haya hecho que nos pongamos hablar sobre sueños.

    Para empezar decirte que nos gusta como escribes, el dibujo no sabemos pero en la escritura, si bien mal pagada y poco querida, se te da bien ^^

    Sobre lo que comentas de esa empatía al grado sumo, y encima conforme a un sueño, por algo surge, alomejor no es un tira y afloja sino analizar el porqué de ese sentimiento de dolor. Recuerda que somos perceptivos y receptivos de lo que necesitamos y nos falta o de algo que inconscientemente somos proclives.

    Un saludo enorme, estas en nuestral ista para el TOP 5, y por eso nos pasaremos más veces por aqui!!!

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  2. Me parece magnífico que empiezas a pintar con acuarelas. Yo dejé dibujar por años y me arrepiento porque ahora que dibujo de nuevo siento que estoy un poco oxidado.

    ¿Wittgenstein? Ya veo que no eres alguien de lecturas ligeras, muy bien por ello.

    Saludos.

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  3. GoBri: ¡Qué susto saber que aquello que siempre digo que me desagrada sea lo que más necesito!

    Arion: Gracias. He querido leerlo desde hace un par de semanas, pero no lo he podido realizar... Ahora sí lo haré.

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