domingo, 18 de diciembre de 2011

Todo sobre mi padre

Mi papá y mi mamá, desde que tengo razón, siempre han trabajado muchas horas. Casi nunca están en casa, salvo los fines de semana. El domingo es el día sacramentado de la familia. Por ello, me crié rodeado de mujeres, entre las que sobresalieron mis hermanas mayores, mi abuela, mi nana, y las tantas chicas que pasaron por mi hogar.

Crecí, y fui desarrollando una sensibilidad especial frente a las cosas. Aprendí diversos roles sociales, y diversas costumbres de distintas formas. Mi papá, el colegio y mis tíos me enseñaron las formas de socialización masculinas, y mi madre, y las demás mujeres, las que debía que tener para con ellas. Tuve la dicha de tener un papá que no negase la feminidad como vía para mostrar la virilidad, a pesar de tener un carácter muy fuerte y dominante para con los demás, similar al de mi madre. Mis hermanas adquirieron  'esa fortaleza' de la  misma manera. Yo, en cambio, no lo hice.

Esto me generó ciertos problemas en mi niñez, pues al no tener alguien a quien enfrentarme más que a mi papá, y ciertos primos, no tenía bien clara la idea de luchar. Sabía competir, eso sí. Lo había hecho desde chiquito con mis amigos y amigas cuando salíamos a jugar, pero eso era todo. Mi papá intentó por diversos métodos tratar de "forjar" mi carácter a través del incentivo en la práctica de ciertos deportes. Así lo hice un tiempo, hasta que me harté, y se lo hice saber. Él se decepcionó mucho, me imagino. Creo que hice bien en decírselo en ese momento, que haber continuado con su sueño.

Sé que a él le hubiera encantado la idea que yo fuese pintor o ingeniero, pero sé que se siente tranquilo sabiendo que hago lo que me gusta, y que lo hago bien. Supongo que es normal para él, como padre, haber desarrollado ciertos sueños y esperanzas conmigo. Especialmente si se tiene en cuenta que soy el menor y el único hombre de tres. Aunque, me siento bien sabiendo que soy distinto de él, y él también.

Es esa diferencia la que nos permite discutir siempre en la mesa del domingo; la que hace que él vea al izquierdismo como unos sucios comunistas, y yo como una ideología distinta a la tradicional; la que hace que él me diga para ir a ver películas de acción, y yo dramas. Es así, y así le tengo mucho cariño, y lo respeto, y él a mí.

***

Lamentablemente, muchas personas creen que  los hijos desarrollan una manera de pensar y obrar similar a la de sus padres. Eso es incorrecto. Creo que el rol de ellos a nivel de formadores en cuanto a hábitos y creencias tiene un límite en el tiempo, y un determinado alcance, y que los hijos escogen, una vez que van aprendiendo a ser más individuales, a elegir qué ruta seguir. La libertad de pensamiento nunca está del todo controlada.

Algunos cargan sobre sí los errores de sus papás, y eso no está bien. Así como no es correcto especular que las malas conductos de aquellos se repetirán en los hijos. De esta forma, por el hecho que mi papá sea un poco homofóbico no quiere decir que yo también lo sea, o porque él  haya sido un poco agresivo conmigo en mi infancia yo tampoco voy a tener que actuar de la misma manera con mis hijos. Esas son tonterías. Uno siempre escoge lo que considera mejor para sí mismo y los demás. Eso es crecer. Ser capaz de observar, analizar un contexto, y tomar una decisión según determinados criterios propios.

3 comentarios:

  1. Que buen post Max,me fue muy grato leerlo.

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  2. Estoy contigo en esa idea de que cada uno desarrolla su propia ideología, pero sin duda la educación que has recibido tiene mucha influencia en ti y tu forma de ser y pensar... Y de esa educación tus padres son los principales responsables, aunque muchas veces su influencia no sea ni directa ni evidente.

    Un abrazo.

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  3. Anónimo: Gracias!

    Peace for ever: Tienes mucha razón allí, joseph...

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