sábado, 24 de diciembre de 2011

Matadero



Para variar, llegué tarde. De aquí a un tiempo parece que mi cuerpo se hubiera amoldado a la enfermedad de la impuntualidad.  Decidí, ya que no encontré a nadie, ir a comprar puchos a Metro. La cola era inmensa: típico de Miraflores en la noche. Esperé un rato, compré y me fui directo a barranco. No sabía si los vería  allí, pero no perdía nada yendo.

Me encontré con Loreto, Rodrogo, Laceado, Jojo y Almendra, nuestra happy amiga. Todo estaba tranquilo, hasta que la gente empezó a venir. De pronto, apareció la perra acompañada de punto #1. Nos saludamos con abrazo y besito, como íntimos que somos, y pronto volvimos a lanzarnos flores. De rato en rato aparecía con una nueva noticia. Había visto por ahí a su ex acompañado de sus amigos. Me hizo saber que allí estaba 6942386 veces, pero poco le importó para satisfacer sus necesidades caninas.

Laceado no solo estaba un poco aburrido, porque no pasaban Britney, sino también liciado. El costurero no paraba de hablarme, pero como mi atención es disipada no podía prestarle atención todo el rato, lo cual hizo que dejara de hablarme y se vaya con Jojo. Rodrogo, por su lado, gorreaba cerveza a más no poder. Yo me movía por todo el local viendo algo interesante o un suceso importante, pero todo parecía normal. Jojo desaparecía y venía cada vez más ebrio. Algunas veces me sonreía y me quería decir algo, pero se quedaba mudo y se iba.

Me llegó al pincho todo, y compré una cerveza. Empecé  tomarla, hasta que entró la ex-gordita escolar e inmediatamente desaparecí con Rodrogo. Sorry, pero hay figuras que mis ojos no toleran, y mi risa tampoco. Estábamos rajando cuando vi al pobre diablo enamorado de pie en una esquina con la chica de cerquillos de colores. Él me miraba con cara de mosca muerta, porque quería acercárcele a Rodro, pero no hacía nada. Ay, chico, tiene que ser más lanza. Después de que nuestras lenguas se gasten, volvimos con el grupo.

El punto #1 ya se había ido, y era turno del #2 . Estaba de morado, obvio, como un flete. No nos dirigió la palabra , por suerte. Jojo estaba ebrio, y emocionado. El chico que le había echo ojitos hace rato estaba solo en una esquina. Ni lento, ni perezoso se lanzó a la aventura. Admito que las siguientes imágenes que tengo registradas en mi cerebro son muy fuertes como para describirlas, por lo que pondré solo palabras para que se hagan ideas: Agarre, Abrazos, Hombros, Suciedad, Arrastre, Baño, Sofá, Caos. Un verdadero matadero, ¿o debería decir 'Social Suicide'?.

La perra acabó mezclándose con el otro pasivo formando un panetón de pura pasa. Yo no podía creerlo. Loreto y Laceado se habían ido luego del roche, y Rodrogo seguía tonenado con Almendra 'en memoria del caído'. No podía más. Mis ojos estaban cansados, y luego de todo lo que vi y oí decidí que era más que suficiente por una noche. Así que me despedí, tomé un taxi y me fui directo a casa. Fue una noche divertida. En el camino, agradecí que no me tocase un taxista arrecho. Milagro de navidad, dicen.

3 comentarios:

  1. Me alegra ver que te diviertes... Felices fiestas para ti también.

    Un abrazo.

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  2. Muy divertido el post, por cierto uno de mis amigos se llama Rodrogo en twitter (estudió psicología en la Católica).

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  3. Peace for ever: Gracias Joseph!

    Arion: Jajajajaja, le buscaré!

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