miércoles, 14 de diciembre de 2011

Back to 2010

Un comentario antes del próximo devenir

Ayer, mientras caminaba con él descubrí que todo está por cambiar. Sí, todo se va a ir a la mierda una vez más. No es su culpa. Tampoco la mía. Es el rumbo de las cosas. Él siempre ha buscado estar con aquellos que guardan una relación más o menos estable, y ahorita todo se esta resquebrajando. Sí, puedo ser un fatalista jodido sobre mi situación actual dentro mi círculo de amigos, pero las columnas ya están rajadas, y no hay ningún albañil dispuesto a restaurarlas. Además, yo creo en los augurios de Enrico. Es cierto que a veces habla huevadas, pero su voz tiene algo que me resulta convincente, y eso me basta.

Solo me faltan 2 cosas para que sea 2010. La primera es un chico que me guste, pero un culo. Que sea de aquellos por los que he llorado meses, y por los que he jurado odiar a algunos de los chicos con los que se han tenido algún tipo de encuentro íntimo. Lo segundo es conocer nuevos amigos. No puedo estar deprimido todo el tiempo, o acabaré maltratándome con pensamientos absurdos sobre una realidad que no existe. Necesito de nuevos amigos que me hagan volver en mí, porque, valga la curiosidad, ando muchas veces volando.

No estoy seguro si pueda soportar todo lo que se avecina. Por si fuera poco, él piensa viajar a Argentina, y mi nana ya no estará más conmigo. ¡Maldita sea! Todos mis seres queridos se largan, y me dejan a merced de Lima y su triste invierno. Me llena de felicidad que viajen para cumplir sus sueños, pero se me parten las esperanzas al imaginarme el día... Lloraré mucho si así ha de cumplirse. Soy sensible, y tragarme las lagrimas es ahogarme en mí.

Enrico nos vaticinó ayer que él y mis amigos nos íbamos a seguir viendo, pero en círculos más pequeños. Le declaró un verano blanco, y a mí uno rosado. Luego naranja para él, y amarillo para mí. Père du jour, ô soleil, ô mon pére! ¡Todo lo que nos espera en este 2012! Mi papá, que es otro  vidente,  piensa que el año que se viene será uno de transformaciones en el cual ocurrirán sucesos alucinantes que nos harán cambiar. Bueno, el suceso ya tocó los pies de mi papá y los de familia, en verdad: mi hermana mayor viajará a Barcelona a cursar una maestría. ¿La veré en un año, dos? No lo sé. Siento que va a pasar un tiempo hasta que los cinco nos podamos reunir...

No pienso en otra cosa que no sea Castor et Pollux. Sí, esa obra de Rameau. La muerte es tan importante algunas veces para avanzar con una historia. La siento presente entre nosotros, y no me da miedo caminar a su lado, sino saber qué hay más allá cuando me suelte la mano y deba marchar por mí mismo, y ellos también. 

La gran transformación

No sé cuándo llegue, pero estoy seguro que me daré cuenta que la estoy viviendo. Quiero sentirme en paz cuando me toque. Espero haber completado 2 o 3 cuentos más para ese entonces, y haber empezado un par de proyectos más. Falta poco para darle la mano, y avanzar. Ya veremos qué pasa cuando me suelte.


3 comentarios:

  1. Ojalá tengas razón y haya ese gran cambio definitivo que nos lleve a la total y completa paz y justicia... Feliz 2012

    ¿Esa Barcelona a la que va tu hermana, es la de España?

    Un abrazo.

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  2. Peace-for-ever: Sí, es a la de España.

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