martes, 13 de abril de 2010

Desiciones...

Hoy camino a la universidad me preguntaba cuántas desiciones tiene que tomar un típico estudiante de mi edad a lo largo del día. Creo que muchas. Decidimos desde antes de levantarnos de la cama, ¿duermo 5 minutitos más o me levanto ahora?, hasta cuando nos vamos a acostar, ¿(duermo) con sábana o sin sábana? Toda nuestra vida está llena de estas, algunas más importantes que otras según los intereses personales. Así mismo, son influenciadas por nuestro entorno.

Me cuestiono hasta qué punto es sano dejarse influenciar por este. Yo conozco varios chicos que toman desiciones guiados de manera exclusiva por su círculo social, de tal forma que si este entra en desorden, ellos también colapsan. Por otro lado, sé de chicos que lo hacen según sus propios intereses de la manera "correcta" y que, si bien no son bien vistos socialmente hablando, tienen éxito en su vida. Y, digo "correcta", porque quizá no es la mejor, pero sí la más adecuada para satisfacer sus intereses de desarrollo personal.

Creo que las personas que llegan a la cima son aquellas que saben decidir. También considero que para saber hacerlo hay que ser una persona bastante segura de lo que se quiere alcanzar. No me gusta admitirlo, pero yo no soy un claro ejemplo de eso. Sé que puedo tomar desiciones rápidas y buenas para un determinado conjunto de situaciones, mas cuando tengo que enfrentar cosas nuevas, me quedo estático, mi mente se vuelve en blanco ,y pierdo. Lastimosamente, debo admitir que esta es la situación de otro buen grupo de gente que conozco.

La clave para solucionar esto es la confianza en uno mismo, pues es esta la que otorga de seguridad al que decide. Frases como, "¿qué sería si..?", "ojalá yo pudiera...", "quisiera hacerlo, pero..." no son más que la muestra clara de inseguridad en un individuo que es incapaz de tomar elecciones por propio albedrío. Uno tiene que seguir tras sus sueños y objetivos sea de la manera que sea, pero siempre por la vía justa, respetando al individuo. Ahora bien, no hay que entender respeto como complacencia.

Para poner como ejemplo de lo anterior, muchos adolescentes consideran que no ser complaciente con sus padres es una falta de respeto, porque sus elecciones les pueden hacer sentir "mal". Esto es falso. El tomar una elección que no sea del gusto de alguien es perfectamente normal. No siempre vamos a encontrar personas que estén de acuerdo con nuestras desiciones. Por esta razón, uno debe aprender a ser, además, asertivo.

La asertividad es la clave de una buena comunicación . Y, esta es la que te conduce para lograr las grandes metas. Solo si sabemos elegir bien, lograremos lo que nos proponemos.

2 comentarios:

  1. Me parece muy bien y maduro. Es algo que va pasando cuando uno crece y debe tomar sus propias decisiones independientemente de lo que a uno le digan. Esta muy bueno el post porque lleva a reflexionar.

    ResponderEliminar
  2. Siempre hay que tomar decisiones. Decidir cosa más o menos importantes... La verdad es que soy lento para tomar decisiones importantes, necesito mi tiempo, como se dice, consultarlo con la almohada.

    Un abrazo,

    Josep

    ResponderEliminar