domingo, 10 de enero de 2010

Solo sonreír...

La primera vez que hablé sobre la importancia de la risa fue cuando estaba en primero de secundaria. Recuerdo que casi todos en mi salón se rieron de mí y que me sentí un poco más estúpido de lo normal. En esas ocasiones, solía sonreír para aminorar mis nervios, pero no me salio. Hoy, más de seis años después, también intenté sonreír para estar más tranquilo; sin embargo, no pude hacerlo al final.

Mi nana me enseñó desde muy pequeño que por incómodo que resultase una situación uno debe sonreír, ya que "siempre hay alguien que busca tu sonrisa". De niño sonreía por todo. Sonreía porque despertaba cada mañana, porque tenía fuerzas para jugar y porque me iba a acostar bien. Sonreía porque el cielo era gris, porque amanecía , y hasta porque se ocultaba el sol. Sonreía porque me gustaba ver las sonrisas en rostros ajenos, porque creía que mis amigos de ese entonces iban a estar conmigo toda la vida y porque no me gustaba que los demás me vean triste.

Siempre he creído que la gente adulta no sonríe mucho a menos que sea justificado por algo ajenos a ellos. Son estúpidos, o al menos la gran mayoría. No saben que no necesariamente debe existir una razón extrínseca para sonreír. Yo no suelo sonreír. A decir verdad, sólo sonrío cuando me siento feliz, seguro o estoy con alguien que me gusta. Yo me río de mí, de mis tropiezos al caminar y de las tonterías que digo a propósito. Algunas veces logro sacar una sonrisa ajena, otras no.

Esta es la razón por la cual siempre me ves sonreír, porque trato de burlarme de mí mismo para sopesar la realidad que tengo que vivir. Puedo sonreír y tener los ojos vidriosos a la vez, pero no porque quiera, sino porque quiero que sonrías conmigo. Puedo sonreír cuando las cosas no van bien conmigo para no preocuparte. Puedo sonreír para calmar mis nervios, pero nunca te daré la razón de estos. Nunca te diré: me siento incómodo, ¿por qué te vas así nomás?, ¿por qué haces esto o el otro? No. Yo no soy como el resto de chicos. Yo simplemente me limitaré a sonreír de esa forma un tanto coqueta y estúpida que me caracteriza, te miraré a los ojos ,y haré como si nada pasara.

Sabrás, al acabar de leer esto, que quizá no la pasé tan bien. Y digo "quizá", porque en verdad nunca sabrás lo que pasó por mi mente y corazón en ese momento mientras me quedaba en silencio a tu costado fumando el último cigarrillo. No pienses que soy un hipócrita, pero esa es mi manera de actuar. Sabes que si alguna vez me preguntas, ¿estás bien?, yo te diré, sí, sí lo estoy; aunque por dentro esté mal. ¿Por qué? Ya debes saber la respuesta. Y no, no te pido que si alguna ves presientes ese sentimiento en mí me digas que no es así y que hablé, porque no lo voy a hacer. Sólo sonríeme con alegría y todo cambiará.

6 comentarios:

  1. no se ni me interesa si fue para mi, evidentemente NO, pero tuve varias sonrisas leyendo tu post...

    ResponderEliminar
  2. Maxito estas enfermo, cambia de psiquiatra urgente, no puedes estar asi toda la vida

    ResponderEliminar
  3. Me gusta que me sonrían, me cuesta sonreír. Siempre quiero poder expresar lo que siento, aunque a veces no tenga más remedio que disimular. Siempre quiero que puedas saber como estoy, una sonrisa no resuelve ningún problema aunque siempre sea una buena acogida. ¡Que lindo ser recibido con una sonrisa!

    Por eso creo que puede que Damian tenga razón... No se puede sonreír con los ojos vidriosos, no se puede sonreír cuando la tristeza o la pena te reconcome...

    Un abrazo,

    Josep

    ResponderEliminar
  4. Sonríe!...es gratis xD


    Hace un montón de tiempo que ando esperando que escribas como el Max de antes. No hagas que esto se convierta en un blog emo. Tú no Max... tú no.

    ResponderEliminar
  5. Es cierto q al sonreir hace q uno se sienta bien y tb a los q estan alrededor, pero nose, como q no hay comparacion como cuando la sonrisa es de corazon.

    ResponderEliminar
  6. A veces como tu lo dices una sonrisa... Puede cambiar las cosas, aunque no digas, ni hagas... Aunque tengas los ojos vidriosos..
    A veces es bueno sonreirle a un niño en el supermercado... Y que este te devuelva la sonrisa.
    Solo para aliviar el alma.
    Me encnató tu entrada!

    ResponderEliminar