Ahí...

Por estos días, cuando alguien me pregunta sobre cómo voy de estado de ánimo yo respondo: Ahí... Así es, ando "ahí" porque no me siento del todo bien, pero tampoco me siento del todo mal. Esto de debe, en parte, a que consigo lo que quiero académicamente hablando, pero por los demás rubros, como el social, soy un completo inepto. Por otro lado, si bien tengo una mejor relación con mis viejos no sé aún de qué me sirve, no hay beneficio. Asimismo, el hecho de que ellos hayan decidido vender mi casa me pone un poco triste porque eso significa alejarme de mi mejor amiga, pero también me pone un poco alegre, pues por donde me iré a vivir hay más áreas verdes para salir a fumar y caminar.

Ando cansado, aburrido y desganado. Todo esto porque mis días son iguales. El día comienza conmigo levantandome a las 5:30 para bañarme, luego salir de mi casa rápido y tomar mi bus hasta la U. Una vez allí, me toca estar en clase, aguantar el sermón de algunos profesores aburridos y salir a acompañar a Diego y Ricardo a la cafetería. En el trayecto, Diego habla por nextel, Ricardo me habla de cómo me miran algunas chicas y yo fumo hasta que se me acabe la cajetilla. Después, vamos al salón donde nos toca clases hasta la 1. Una vez llegada la salida, me quedo a leer en la biblioteca o me voy al departamento de mi hermana a almorzar. Más tarde, a eso de las 3 , acompaño a mi madre a su rehabilitación a la clínica y mientras ella está en su tratamiento yo me voy a C.C.El Polo a tomar un café, fumar unos cigarros y leer. Pasado esto, vuelvo con ella para regresarnos juntos al departamento donde ceno antes de irme a mi casa. Finalmente, llego a casa, prendo la computadora, me encargo de ver mi correo, de hablar con mis amigos y corroborar que están bien y felices hasta las 12.

Espero que los próximos días no me sean tan similares, sino empezaré a hacer amigo imaginarios agayn. En fin, ojalá alguien me ayude a deshuevearme, porque me estoy empezando a sentir estúpido...